Rumanía, trámite envenenado

La Selección se quedó con el cuerpo cortado el sábado en Valencia. Ni en la burbuja, ni fuera de ella, nadie podía darle demasiada explicación al derrumbe de la segunda parte contra Israel después de un primer tiempo divertido, de los mejores que se han visto en la era de las Ventanas junto a aquella espectacular y simbólica victoria ante Eslovenia en Burgos en 2017, con Sergi Vidal desatado. Pero el caso es que a los chicos de Scariolo se les hizo pequeño el aro, que eso tienen los partidos internacionales, y se han puesto en un pequeño compromiso. Tercera de grupo, con una sola victoria y dos derrotas, España está obligada a ganar esta tarde a Rumanía, rotundo colista, para cerrar su clasificación para el Eurobasket y evitar exponerse a accidentes. Sólo un big bang podría dejar a España fuera de la cita dee 2022. Tiene una victoria más que Rumanía y le ganó en Cluj 71-84. Perdiendo por menos de trece puntos, seguiría dependiendo de sí misma en las últimas dos jornadas. Se trata, en todo caso, de un escenario inverosímil pero que conviene resolver cuanto antes.

 Lo mejor que puede hacer España es volver a ser ella misma. “Esta no es nuestra idiosincrasia como Selección”, denunció Scariolo al final del partido de Israel. A España se le encogió la muñeca al final del partido pero eso le pasó, sobre todo, porque se olvidó en el vestuario el salvaje defensivo que este equipo de las Ventanas siempre ha llevado dentro. Así que no es mala idea convertir el partido en una reivindicación. Colom ya lo hizo contra Israel. Pero se necesita que Tyson confirme el potencial que tiene; que Alberto Díaz y Ferrán Bassas recuperen el mando y Rabaseda y Beirán hagan de líderes. Da la sensación de que los jugadores han captado el mensaje del seleccionador. “Hay que sacar el carácter porque el parido es muy importante. Aprender de los errores del partido contra Israel será clave. Necesitamos una victoria y vamos a jugar con buena mentalidad”, advirtió Colom. “Tenemos que prepararnos para un partido duro. Rumanía ya demostró cuando jugamos en Cluj que no es una selección fácil, y más después de una derrota abultada como la que encajó el otro día”, intentó no confiarse López-Arostegui.

Rumanía es la selección número 54 del ranking. Perdió 61-91 contra Polonia y apenas tiene armas. Si acaso Kristopher Richard y Cate, joven pívot del UCAM que advierte de que no se van a rendir antes del partido. “Ojalá que la derrota ante Polonia nos sirva para mejorar. Somos un equipo joven que necesita ir creciendo y conocerse mejor para rendir más”. Eso sí, tiempo no tiene Rumanía. Si pierde hoy, está fuera del Erobasket. España está obligada a hacer realidad lo previsible y no convertir el partido ante Rumanía en un trámite envenenado.

El partido tendrá un invitado de excepción. Andreas Zagklis, secretario general y mano que mece la cuna en la FIBA, verá el partido en directo. España es uno de los mercados estratégicos de la FIBA y, además, Valencia organiza un Eurobasket femenino en meses. El presidente Garbajosa, que hará de anfitrión para Zagklis, espera enseñarle las virtudes de la sede..., y de la Selección.