En estos momentos, bien entrado el mes de noviembre, el Herbalife Gran Canaria es un chollo para cualquiera. Esta noche, un mermado Andorra, casi un mes sin poder jugar un partido, se impuso con absoluta solvencia ante un pobre equipo que sigue acumulando desgracias ligueras ante la inacción de banquillo y despachos.

El Granca apenas plantó batalla durante los primeros 20 minutos. De hecho, incluso llegó a ponerse por delante, como con aquel triple de Dimsa, de lo poquísimo potable de su equipo, para el rápido 7-5, igualdad máxima también al final del primer periodo: 15-15.

Continuaron mejor el partido los muchachos de Porfirio Fisac, ganando protagonismo los canteranos Dios y Balcerowski. Frankie Ferrari se animaba desde el triple, y desde más allá del 6,75 mantenía con ventaja a los suyos: 27-22.

Tampoco es que se vinieron abajo las huestes visitantes, entre ellos el ex amarillo Paulí, siendo Gielo, también desde el triple, quien pusiera por delante al Morabanc Andorra: 29-32. Sin embargo, respondió bien un Herbalife que se hizo con un 7-2 a favor para marcharse ganando 36-34 al descanso.

Hasta ahí compitió un nuevamente desastroso Herbalife Gran Canaria. Salió como un cohete la formación visitante, que rápidamente se puso 36-44, demoledor parcial de 0-10. Lejos de reaccionar, los locales quedaron definitivamente noqueados, acaso instalados eternamente en la lona, en todo momento incapaces de al menos soñar con la remontada. De hecho, la furibunda arrancada visitante se paró en el 36-50, roca imposible de horadar para los locales. De hecho, el partido estaba absolutamente decidido al final del tercer periodo: 42-59.

Los último diez minutos fueron, del todo, de la basura. Un Gran Canaria sin alma volvió a dar una imagen tan triste que sus 9 derrotas en 11 partidos, ante la inacción de despachos y banquillos, ahorran mayores análisis. La única decisión drástica tomada, mientras el equipo se desangra, de momento es aislar a Beirán “por entender la capitanía de manera distinta” a su entrenador.

El panorama para Morabanc Andorra era tan favorable que, sin grandes aspavientos pero con absoluta solvencia, ganó cómodamente por 62-79 ante un equipo que es un pelele.