El Unicaja se deshizo sin problemas de un Acunsa GBC que mostró muchas de las razones por la que es colista de la Liga Endesa. Los malagueños, que superaron por primera vez en esta campaña los 100 puntos, basaron su contundente triunfo en el lanzamiento exterior con 16 triples (a solo cinco del récord de 21 en poder del Valencia desde 2016 y a cuatro del suyo propio de 2018 precisamente contra el equipo guipuzcoano) y en arreones defensivos no siempre efectivos pero suficientes ante su endeble rival. El Gipuzkoa solo se mantuvo en el partido mientras le duró la gasolina a Echenique y Radoncic, pero se desplomaron definitivamente en un mal cuarto parcial (31-12) con los bombarderos cajistas desatados.

Tras el 5-5 inicial Unicaja rompió muy ponto el partido con un parcial de 12-0 (17-5). El tremendo acierto de los malagueños con el triple, nada menos que siete de 12 intentos abrió más la brecha, un 31-15 elocuente maquillado con un 6-14 de parcial de los vascos (37-29 min. 14). La mejoría del Gipuzkoa venía por una mejor aplicación defensiva y con los triples destacando el acierto de Radoncic y Span. Unicaja volvía a mostrar poco acierto en defensa. Se llegó al descanso con 51-41. Unicaja seguía pasando apuros bajo aros como viene siendo habitual esta temporada con Echenique creando problemas con sus puntos y sus rebotes. Los de Casimiro fiaban sus recursos a la efectividad con el lanzamiento exterior, sobre todo desde 6,75 metros. Gipuzkoa dependía demasiado del mencionado Echenique y de Radoncic. Con Brizuela, el mejor sobre la pista, Unicaja volvía a abrir distancias casi en un suspiro (68-48 min. 27) y muy buenos minutos de Bouteille. Sin emocionar pero sin problemas, Unicaja controlaba el marcador (73-57 min. 30). Como dato poco habitual Luis Casimiro pidió su primer tiempo muerto, con 87-61 a los 35’ para pedir defensa.

Los problemas crecían para los de Marcelo Nicola con la retirada por lesión de Okouo, exjugador de Unicaja. Apretando en defensa y provocando pérdidas en su adversario, los del Carpena aumentaban su distancia hasta los 27 puntos (84-57) con un parcial de 11-0. A los 36’ salió Nzosa a la cancha para celebrar su 17 cumpleaños. Los locales encontraron su camino en el juego interior y con el derrumbe de su oponente lastrado además por las pérdidas, muchas de ellas absurdas.

En la recta final Unicaja retomó la senda del triple (96-61 min. 37). La canasta final de Jaime Fernández selló la máxima diferencia, 35 puntos, el claro 104-69 que mantiene como colista al Acunsa GBC con una sola victoria y ocho derrotas. Unicaja, cinco victorias en sus seis últimos partidos, aprieta para meterse en la Copa del Rey.