El Barça no necesita a Mirotic para frenar en seco al Valencia

El Barcelona se llevó una victoria europea de la Fuente de San Luís en un duelo que estuvo marcado por la baja de última hora de Nikola Mirotic, su jugador franquicia, que había dado positivo por coronavirus en la jornada de ayer. Los de Jasikevicius corrigieron en la segunda mitad todo lo que hicieron mal en la primera y tumbaron a un Valencia que se pareció poco al que maravilló en el Wizink el pasado jueves.

El letón Roland Smits, sustituto natural de Mirotic, mantuvo a flote a su equipo durante los dos primeros actos y acabó firmando una planilla digna del hispano-montenegrino: 15 puntos (sin fallo en el tiro), siete rebotes y dos asistencias. Calathes, en la dirección, también brilló (14 puntos y siete asistencias) pero sobre todo salió el rescate en ataques donde su equipo se asfixiaba, al borde de la posesión.

El Valencia, por su parte, se ha evaporado tras la paliza que le dio al Madrid. Derrotas ante el Unicaja y Barcelona, ambas en casa. Hay trabajo por hacer. El vídeo del Wizink es el ejemplo. Pero entre eso y lo de los dos últimos partidos media un abismo. Sólo Dubjlevic (13 puntos y 8 rebotes) mantuvo un nivel más que aceptable. El resto, salvo Kalinic que siempre aporta una dosis extra de garra siempre necesaria, necesitan mejorar mucho. También el conjunto. Y esto es trabajo para Ponsarnau.

Espoleados por los 400 aficionados que entraron en La Fonteta y con la confianza que arrastraban de la victoria del Wizink, el Valencia empezó covirtiendo casi todos los ataques. Sobre todo, Dubljevic, que anotó nueve de los 11 primeros puntos de su equipo. Una entrada de Prepelic dio las primeras ventajas (15-9) y el Barcelona aplicaba la receta que le había dado Saras: triples desde las esquinas. Smits y Higgins acertaron pero Claver falló varios lanzamientos liberado. Así, Saras cambió la pauta y con Calathes se trataba de dar más velocidad a la bola. Fue el base, acostumbrado a dar asistencias, el que tuvo que anotar para sostener al Barça en el partido.

El Barça le dio una vuelta a la defensa y al Valencia, con un Van Rossom gris, le costaba crear situaciones para sus tiradores. Sin embargo, el rebote ofensivo le dio varias segundas opciones que convirtieron. Mientras, los de Jasikevicius se apoyaban en el acierto de Roland Smits para seguir soplando en la nuca de los taronjas. Expedita planilla del letón en los dos primeros cuartos: 13 puntos (tres triples), sin fallo, cuatro rebotes y dos asistencias. A los locales ya no le entraban los tiros de fuera pero los bases, Van Rossom y Vives, encontraron pasillos para hacer bandejas fáciles. Una canaste al poste bajo de Davies puso el 35-33, al descanso.

El Barça tocó dos cositas en el vestuario: evitar más pérdidas (10 antes del descanso) y apretar en defensa. De lo primero se encargó Calathes que, además, anotó como nunca, encontrando las grietas en la defensa taronja. De lo segundo, fue un tema de todos. Y el ataque local se atascó tanto que, tras un triple de Vives, sólo anotó en un par de contraataques. Tras un mate espectacular de Williams, el Barça enlazó un parcial de 0-11, liderados por Abrines, que puso la máxima ventaja (44-54, min. 30).

La sensación era que el Valencia estaba tan atrancado (sólo 9 puntos en el tercer cuarto) que el Barcelona lo tenía en la mano. Y si encima en las tres primeras jugadas del último acto, Tobey falla un mate; Abrines mete un triple; y a Marinkovic se le resbala el primer balón que pasa por sus manos, la cosa ya era una quimera (44-59, min. 31). Aún así, el Valencia no se dejó ir. Y con una canasta de Van Rossom y un triple de Marinkovic obligaban a Saras a pedir un tiempo muerto. El Valencia iba a intentar la remontada, basándose en una férrea defensa. Pero en ataque seguían sin fluir las ideas. Y así es imposible ante un Barça que, aún sin Mirotic, amarró la victoria. Los dos triples consecutivos de Kalinic sólo sirvieron para apretar algo el marcador pero la victoria nunca peligró para el Barcelona.