La Fonteta hace sonreir de nuevo al Unicaja

El Unicaja resucitó en un sitio donde ya lo hizo una vez. Si en aquella final de Eurocup de 2017 silenció a La Fonteta, esta vez no hizo falta. Aunque se volvió a marchar con una sonrisa en la boca. La necesitaban. Y la lograron desde el barro. Se la llevó en los instantes finales, donde fue mejor que un Valencia que se hinchó a cometer pérdidas en las jugadas de la verdad. En total, fueron 22, vuelta a las andadas. Brizuela lo aprovechó, con un triplazo y una canasta seguidas que abrieron la brecha definitiva.

Y eso que daba la sensación de que, en cuanto Dubljevic (15 puntos y 8 rebotes) y Kalinic (14+5) se pusieran serios, el partido caería del lado taronja. Lo malo es que estuvieron solos, sobre todo en los momentos claves. Y pese a que Unicaja se empeñaba en dar vidas extra a los valencianos, estos no lo aprovecharon.

El Unicaja se llevó el triunfo gracias al trío Abromaitis (20 puntos y 5 rebotes), Brizuela (16 puntos) y sobre todo Alberto Díaz, otra vez Alberto Díaz en La Fonteta. Su planilla brilló con 9 puntos, 7 asistencias y 7 recuperaciones. Adelante y atrás, el pelirrojo decidió el duelo con sus acciones.

Valencia salió a la pista con la inercia que le dio la victoria en el Wizink Center del pasado jueves. Con un Prepelic en plan killer (9 de los primeros 14 puntos taronjas fueron suyos) y una buena defensa, la ventaja local se fue al cielo enseguida (17-5, min. 6). Casimiro lo paró y la segunda unidad no le sentó bien a los valencianos. Tres triples de Abromaitis (2) y Bouteille enjuagaron la renta. Y una canasta de Brizuela completó un parcial de 3-13 que devolvieron al Unicaja al partido.

Los de Ponsarnau tenían un problema con Brizuela igual que lo tuvieron con Feldeine la semana pasada, ante el Betis. Desde que Sastre se lesionó, este es un agujero que Ponsarnau debe taponar. Un parcial de 0-10, con ocho seguidos de Brizuela pusieron la máxima para Unicaja (24-28, min. 16). Vives fue el parche. En ataque también estaba atascado el Valencia (11 pérdidas en la primera mitad, 4 de Van Rossom). Pintaba mal. Pero en ese momento, Kalinic, el jefe de la defensa, volvió a saltar a cancha. Consecuencia: el Unicaja no volvió a anotar más hasta después del descanso. En ataque Dubljevic se hizo grande y el cuarto acabó con un parcial taronja (9-0) que lo dejó en 33-28 al descanso.

El paso por los vestuarios volvió a desconectar al Valencia. Otro parcial de 1-8, trufado con una técnica forzada por Casimiro, encendió el despertador taronja. Había que cambiar el partido y Kalinic lo hizo a su manera: desde la defensa. Cada robo, cada rebote, cada balón tocado... era gasolina para atacar después la canasta de Unicaja. 10 puntos seguidos de un gigante Kalinic hacían tambalearse a Unicaja. Pero Abromaitis lo sostenía cada vez, abusando de un despistado Derrick Williams. Dos tiros libres de Tobey volvían a dar un pequeño tirón para el Valencia (51-43, min. 28). Abromaitis y un triple final de Alberto Díaz lo dejaron en la mínima (51-49), con sólo un cuarto por jugar.

Ponsarnau inició el acto definitivo con la segunda unidad. Y se notó. La resaca del duelo del jueves ante el Real Madrid pesaba en cuerpo y mente. Un parcial de 2-7 de entrada malagueño volvió a ponerles arriba. Sólo Tobey aguantaba el tipo en el Valencia. Una canasta de Waczyinski puso el 59-63 (min. 34) y Ponsarnau puso en la pista el trío balcánico Prepelic-Kalinic-Dubljevic. Un triple de Dubljevic puso al Valencia por delante pero otro de Brizuela, en la cara de Hermannsson y las repetidas pérdidas taronjas dieron el triunfo a los verdes.