Los Nets se enfrentan a una situación muy complicada en las próximas fechas. El equipo está descompuesto y no está nada clara, según la información que maneja el reputado periodista Adrian Wojnarowski (ESPN), la presencia del equipo en la reanudación de la NBA en Disney World. Se han quedado sin sus jugadores principales, unos porque ya estaban fuera y otros porque han decidido no acudir a la cita, por lo que las opciones de hacer algo importante cuando lleguen los playoffs se han reducido drásticamente y se valora en el seno del equipo si merece la pena arriesgarse a entrar en la burbuja (ya no sólo por el riesgo de contagio, sino por la exigencia física y mental que supondrá para todos esta vuelta a las canchas). 

En los últimos días se ha conocido la baja de Wilson Chandler, que alegó una situación personal para darse de baja del regreso a la competición, y dos nuevos positivos en el equipo: el de DeAndre Jordan y el de Spencer Dinwiddie. El pívot ya ha dicho que no irá y el segundo se lo está pensando. Y es que el equipo también cuenta con la incomparecencia de sus dos jugadores más importantes, Kevin Durant y Kyrie Irving, uno ausente durante toda la temporada y el otro durante buena parte de ella. La dirección deportiva ya se ha movido para buscar recambios, pero la situación no es ideal y es por ello que pronto se podría tomar una decisión drástica. 

Los Nets ya había sido golpeados durante el confinamiento en Estados Unidos con varias noticias de alcance. Primero, siendo uno de los equipos con varios positivos días después de que se parara la Liga (Durant, uno de ellos). Después, hace unas semanas, con Irving siendo uno de los instigadores de la postura de rebeldía que ha llevado a algunos jugadores a no querer ir a Orlando por razones políticas.