Cuando llegó esta pandemia, Rafa Martínez estaba disfrutando como un enano de lo que podían ser sus últimos lanzamientos como jugador profesional. El probable final de una carrera brillante y admirada. Pero todo se torció. Le llegaron dos meses encerrado y otro entrenando en condiciones nunca vistas para él y sus compañeros de profesión. Y ahora queda una fase final en su querida Fonteta, aunque también con un ambiente muy raro, sin público, lo que nunca le ha pasado. "Preferiría que fuera en Burgos, porque no voy a poder saludar ni ver a mis amigos, ni hacer una vida normal", expuso en Radio Bilbao el escolta de Santpedor. 

Tal vez estemos ante el final de un jugador que no llegó a la altura de esa generación dorada que ha colmado de medallas el baloncesto español. De hecho, ha sido uno de los 'damnificados' por el talento de los Navarro, Berni Rodríguez, Raúl López y, cerca de estos por edad, Rudy y Llull. Pero sin llegar a ese nivel, el suyo ha sido muy alto. Parece difícil que vaya a seguir en Miribilla e incluso el sueño sería cerrar el círculo en Manresa, pero aún está por decidirse. "Mentalmente siempre pienso en jugar más, pero hay otras cuestiones y se tomarán las decisiones cuando acabe la temporada. Está difícil seguir, ya veremos". Ahora está solo en casa, pero dentro de lo malo del confinamiento, le ha permitido estar más cerca de los suyos (acaba de ser padre). "He podido hacer de real padre por una vez en mi vida y disfrutarlo", se ríe.

Toda la preparación antes de ir a Valencia y la fase final articulada por la ACB crean mucha expectación en el mundo del baloncesto. "Es muy difícil prepararse como lo hemos hecho. Vamos un poco perdidos. Es bastante tute, no sé cómo lo vamos a plantear, no solo nosotros, sino todos. Vamos a lo desconocido". El Bilbao Basket llega con la ausencia de Haws, que se fue a Estados Unidos al desatarse el estado de alarma, y las dudas de Brown y Kulboka. Pero a estas alturas, nada le asusta: "Con las bajas el equipo siempre ha sacado su carácter y ha ganado igual. Se ha logrado competir contra todo el mundo", finaliza un Rafa Martínez que augura para la fase final mucho cansancio tras el tercer partido. "Los que tengan grandes plantillas saldrán beneficiados". En 101 días no han jugado contra nadie y en 9 lo harán en cinco ocasiones. "Tras tanto tiempo sin actividad te motiva estar aquí, aunque nos pilla por sorpresa".