Hanga: "Volver a jugar en la Euroliga será muy complicado"
El escolta azulgrana considerá que mover los equipos de diferentes países y que haya un acuerdo para una sede única no será tarea fácil.
El escolta húngaro del Barça, Adam Hanga, ha reconocido al respecto de terminar la temporada que, "parece que volver a jugar en la Euroliga será más complicado, hay muchos países implicados y será dificil llegar a un acuerdo en que país jugar".
En declaraciones a la web de club, ha añadido que, "no se puede jugar sin riesgo hasta que no haya vacuna. Yo tengo ganas de terminar, hemos hecho un buen trabajo y quiero ver dónde llega el equipo".
Jugar a puerta cerrada será complicado porque, "echaremos mucho de menos a nuestra afición porque tenía ganas de vernos jugar en el Palau y no poder hacerlo, al igual que todos los equipos de europa y NBA, será difícil",
Aún así opina, "que la gente nos vea por la tele es un buena opción, incluso tenemos que potenciar que nos vean más en el vestuario y que nos acerquen más a ellos".
Como todo el mundo tiene ganas de que acabe el confinamiento aunque recuerda, "tenemos que seguir siendo responsables y seguir con las indicaciones. Ahora estamos mejor y en casa por suerte estamos bien"
Lo más positivo de esta situación ha sido la relación familiar. "He descubierto muchas cosas con mis hijas, como la mayor, que ya habla tres idiomas mejor que yo. Antes sólo las podía llevar al colegio y ahora paso mucho tiempo en casa y las conozco mucho mejor", indica.
Un detalle fue por su trigésimo primer cumpleaños, el pasado 12 de abril ciando sus hijas le hicieron la tarta y le montaron una fiesta. Y otro, que ahora Hanga lleva el pelo teñido de rubio, algo que le regalaron también sus hijas, aunque dice, "ya veremos si salgo así a la calle o voy a entrenar con él".
La preparación física ha sido clave en el confinamiento y ha mantenido una disciplina férrea en la que, "además de completar los ejercicios que nos marca el club busco ejercicios extra como por ejemplo el boxeo, que es muy divertido. Suelo entrenar unas dos horas al día. Hoy en día es fácil buscar cosas por internet y casi todo el mundo se ha convertido ya en un entrenador personal"
"Tengo la suerte de que vivo en la montaña, tengo jardín y puedo correr un poquito y ya veremos como a va ser correr fuera, seguro que será bueno; y no hablemos cuando podamos entrenar ya con baloncesto", reconoce.
Encuentra mucho a faltar a los compañeros de plantilla porque, "estábamos acostumbrados a estar muchas horas juntos y ahora no. Con los entrenamientos y reuniones de equipo nos podemos ver. No hay contacto, pero estamos juntos".
"Es complicado mantener el ánimo de los jugadores porque no todos tienen gimnasio en casa. Hablamos a menudo con el entrenador, entrenamos juntos por vídeoconferencia, pero todos queremos volver a nuestro trabajo cuanto antes".
Algo de lo que está convencido es de que, "esta situación será un gran aprendizaje para todos. Por ejemplo, yo ahora pienso mucho en cuando podré dar un beso o abrazar a mi abuela, que vive en Hungría, y está sola. Nunca pensé que podría pasar algo así pero hay que ver las cosas positivas".
"No sabemos qué pasará en unos meses, pero habrá una afectación económica. Esperamos que la vida normal vuelva pronto porque esto ayudará. Seguro que habrá cambios en las plantillas de los clubes, que mirarán más a largo plazo", concluye el jugador húngaro.