La Euroliga y la mayoría de competiciones domésticas de Europa están suspendidas. En Grecia también ha ocurrido: la A1 no se está jugando y el equipo que les representa en la máxima competición continental, el Panathinaikos, está parado. Los brotes del coronavirus en Grecia no han sido tan fuertes como en Italia y ahora España, pero sí es una de los países más castigados. Todo esto ha llevado al afamado entrenador Rick Pitino a volver a Estados Unidos, algo que hizo antes de que Donald Trump decretara la prohibición de recibir pasajeros que procedieran de Europa. 

Pitino estaba entrenando esta temporada al PAO. Llegó la temporada pasada, abandonó en verano por un problema familiar y regresó con la presente campaña ya empezada. El parón en el baloncesto europeo le ha llevado a coger un camino que ya creía cerrado: el de la NCAA. Pitino es mundialmente conocido por su etapa en el baloncesto universitario más que por cualquier otra y se ha convertido, ya confirmado oficialmente, en el nuevo jefe del banquillo de los Gaels de Iona. 

No se sabe en qué estado queda su contrato con el Panathinaikos, ya que el club no se ha pronunciado, pero sí que la intención de Pitino es regresar con el equipo ateniense si la temporada se reanuda. Pitino había cogido otra responsabilidad hace unos meses: la de liderar al equipo nacional griego en el Preolímpico en el que Giannis Antetokounmpo y demás se iban a jugar su presencia en los Juegos de Tokio. Sin saber todavía si se celebrará esta previa ni el magno evento, Marc Stein (The New York Times) confirma que Pitino también cumpliría con ese acuerdo. 

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"Mi pasión por el baloncesto empezó en Nueva York y acabará en Iona College", ha dicho tras ser presentado de forma oficial. Por otra parte, Matt Norlander asegura en CBS que comentaba en círculos privados que "odia tratar con jugadores profesionales y se quejaba de ello todos los días" y que "estaba tratando de hinchar su figura y recuperar reputación". Y es que Rick Pitino salió muy mal de la NCAA, ya que el título de 2013 retirado a Louisville por un escándalo en el proceso de reclutamiento de los jóvenes es la mayor mancha de su currículum, que le ha llevado a tener cuarenta años de experiencia y a entrenar en la NBA a los Celtics y los Knicks.