La Liga de Japón se reanuda un mes después con sobresalto
Este sábado se han disputado ocho partidos a puerta cerrada, pero uno se ha cancelado porque tres jugadores tenían fiebre. La competición estaba parada desde el 17 de febrero.
El coronavirus es una pandemia mundial, pero llegan noticias positivas sobre el control de la expansión del virus en Asia, donde todo comenzó, primero en China en diciembre y luego afectando a otros países. Brotes verdes que afectan al deporte. La Liga china de baloncesto, por ejemplo, ya prepara su vuelta a la acción para principios de abril, cuando cumpliría casi dos mes y medio de parón (inicialmente se habló de uno, como ahora en Europa y en la NBA). Y en Japón las noticias son aún mejores: el balón ha vuelto a botar en partido oficial, aunque sin público en las gradas, es decir, partidos a puerta cerrada en ocho del total de los nueve programados este sábado.
El noveno ha sido suspendido porque tres jugadores tenían fiebre, en concreto el duelo afectado es el que enfrentaba al Kawasaki Brave Thunders con el Levango Hokkaido. Los tres deportistas que tenían la temperatura corporal elevada eran de este último equipo: Marc Trasolini, Kennedy Meeks y Sean Ichioka, según informa The Japan Times.
La Liga y el propio club acordaron que ante el riesgo de que fueran casos de coronavirus lo mejor era el aplazamiento del encuentro, lo cual se hizo poco antes de su inicio, a las 6:05 de la tarde de este sábado hora de Japón (diez de la mañana en España). Uno de los jugadores (Trasolini) se quedó en el hotel, pero los otros dos (Meeks y Ichioka) se desplazaron hasta el pabellón, el Todoroki Arena, donde ambas plantillas realizaron el calentamiento previo.
Por el sistema de competición, ambos equipos debían enfrentarse también este domingo a las 16:05 horas del país nipón, pero la BLeague anunció a través de las redes sociales que informará de la disputa o no del encuentro en las próximas horas. De momento, la noticia alentadora es que se reemprende la Liga japonesa, parada desde el 17 de febrero, pero no sin sobresaltos por la amenaza permanente del coronavirus.