El Avenida no falla y estará en su novena final copera seguida

Miguel Ángel Ortega comentaba en la previa del partido que casi era “una obligación” para su equipo meterse en la final. La Copa volvía a Salamanca doce años después y el Perfumerías Avenida es casi un fijo en las finales de cualquier competición española. De este torneo llevaba ocho seguidas en las que ha conquistado seis. Es su torneo fetiche y como locales se han marcado dos retos: acabar con la maldición del campeón (nadie gana en casa desde el Dorna Godella en 1995) y encadenar su cuarto título de Copa, algo que sólo el desparecido Ros Casares logró antes (entre 2006 y 2010).

A Silvia Domínguez, que levantó tres Euroligas seguidas con tres equipos distintos (Avenida, Ros y Ekaterimburgo), se le resistió la Copa durante años. Era el título que le faltaba, pero ya lleva tres y comenzó las semifinales dejando claro que quiere el cuarto. Los siete primeros puntos del Perfumerías llevaron su firma, pero la base catalana estuvo un poco sola en ataque en ese inicio de partido. El Araski, que aterrizaba en la semifinal sin ningún complejo, cerró el primer cuarto arriba en el marcador (14-13), aunque el Avenida fue el que llevó el mando en todo el partido. Las de Ortega lograron alguna pequeña ventaja (las máximas fueron de ocho puntos: 15-23 y 24-32) hasta el cuarto final, pero el Araski volvía una y otra vez al partido.

Con María Asurmendi negada de cara al aro (1/11 de tres) y Shacobia Barbee vigilada, Raquel Carrera se presentó en sociedad. La joven pívot (18 años) es una de las nuevas perlas del baloncesto español. Formado en la cantera del Celta, el pasado verano firmó un contrato largo (cinco temporadas) con el ‘spanish’ Valencia Basket, pero por ahora es el Araski (en calidad de cedida) quien disfruta de ella. La gallega, que acabó con 12 tantos, empató el partido a 36 (minuto 27).

Al Araski le fallaron las fuerzas en el último cuarto. No logró su primer tanto hasta el minuto 35 y en aquel momento el Avenida mandaba ya por doce (37-49). Hayes seguía a lo suyo (ha dicho que sería la MVP en Salamanca y este sábado dio motivos: 21 puntos) y Laura Gil era un muro en la zona (13 rebotes). La mejor defensa de toda la Liga Femenina Endesa deja claro en esta Copa por qué lo es: el Araski se quedó en 45 puntos y el equipo salmantino ha encajado una media de 44 en Salamanca. Esta es su Copa y quiere que se quede en Salamanca.