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B. Munich MUN
59
Valencia Basket VAL
66
12PT
MUN 13 17 29 59
VAL 15 9 42 66
FINALIZADO

EUROLIGA | 24ª JORNADA

El Valencia se sobrepone a un partido gris y conquista Múnich

Los de Ponsarnau, con un 10 de 31 desde el triple, manejaron bien los minutos finales de la mano de Mike Tobey y Aaron Doornekamp y firmaron un gran triunfo en el Audi Dome.

Quino Colom.
Quino Colom.Euroleague

El Valencia Basket certificó un importante triunfo en Múnich para mantener vivas las opciones en el Top-8 de la Euroliga. Los de Jaume Ponsarnau se repusieron a un gris inicio, en ambos equipos, especialmente desde el triple. Las defensas se sobrepusieron a los ataques. Bojan Dubljevic y Vanja Marinkovic tiraron del carro en el primer acto, pero fueron Mike Tobey y Aaron Doornekamp los que se fajaron para conseguir la victoria en el tramo final. Greg Monroe, ausente en los últimos dos cuartos, y Nihad Dedovic fueron las principales amenazas de los de Oliver Kostic en un partido nefasto en el triple en el Audi Dome (10 de 31 para Valencia, 3 de 22 para los alemanes). De otra época.

De Mirotic, a Greg Monroe. Tocaba volver a fajarse con uno de mejores los hombres grandes de la Euroliga. Vanja Marinkovic estrenó el marcador con una gran penetración. El `Bad Boy' replicó de inmediato. Danilo Barthel puso por delante a los locales tras pase del pívot americano. Hasta que Bojan Dubljevic rompió a Monroe en el poste para empatar. El center de Luisiana volvió a ver canasta sacando a pasear su zurda y puso la primera distancia (9-4), favorecido por un errático Valencia Basket en el triple (0 de 4). Hasta que Marinkovic anotó el primero de tres, siendo el desatascador en ataque. Tras la primera pausa, los de Ponsarnau sacaron el colmillo. Quino Colom lo empató y el escolta serbio puso a los taronja, hoy de blanco, por delante con un 2+1 (8 puntos en sus primeros 6 minutos). La actitud en defensa era otra en ambos equipos. Maurice Ndour, Mike Tobey y Mathias Lessort volaron para repartir gorras en el Audi Dome. Los valencianos ya habían provocado cinco pérdidas en el primer cuarto. Que se cerró con un tramo final de imprecisión en ambos lados. Tobey, desde la línea, puso la distancia (13-15).

El partido parecía de otra época. Por anotación, ritmo y falta de acierto en el triple (1 de 13 en triples, 0% los alemanes y 9% los valencianos). El segundo cuarto comenzó con falta en ataque de Petteri Koponen, más acostumbrado a rebasar pantallas que a ponerlas. Ambos equipos no carburaban en el perímetro, pero los locales al menos gestionaron mejor sus tiros. Lo entendieron y, por dentro, Paul Zipser y Nihad Dedovic comenzaron a hacer daño en transición, devolviendo la iniciativa en el marcador a los de Oliver Kostic (17-15). Tras cuatro minutos, el Valencia Basket todavía no había sumado. Sólo un palmeo de Louis Labeyrie a tiro de Dubljevic les acercó en el marcador. Los de Munich tampoco estaban finos sin la amenaza de Monroe, con Zipser y Dedovic tirando del carro. El americano volvió a pista y se revitalizó el duelo con el montenegrino (9 y 8 puntos, respectivamente). El zurdo le sacó la falta al de Niksic y sólo anotó un tiro. Dubi se la devolvió para reducir distancias (28-21). Por entonces, los valencianos sumaban también su quinta pérdida. Sólo Dubljevic parecía la respuesta hasta que apareció Tobey para revolucionar el partido desde el triple (quién lo diría), el segundo del partido. El ataque de ambos equipos era una lágrima y, tras un carrusel de imprecisiones (Huestis, Monroe y Lo), Monroe capturó un rebote en ataque para cerrar el primer acto sobre la bocina con seis de diferencia (30-24).

Tras el paso por vestuarios, el baloncesto sonrió al Valencia Basket. Marinkovic estrenó el marcador para reducir distancias y ahí se dio la anécdota. En 30 segundos, los valencianos anotaron los mismos triples que en los dos primeros cuartos (4 de 20). Primero San Emeterio y luego Ndour pusieron a los de Ponsarnau por delante (30-32), obligando a Kostic a parar el encuentro. En la reanudación, tras dos fallos de Thomas Bray desde el triple (0 de 10 para los alemanes), Monroe empató el partido. Ndour, por su parte, se vino arriba con su segundo tiro desde el perímetro anotado en el cuarto. Y Dedovic, a la suya, volvió a meter en transición, erigiéndose como la segunda fuerza en ataque de los locales (8 puntos). La noticia surgió a falta de cuatro minutos para el final del cuarto, con Koponen estrenando a los alemanes desde el triple (37-35). Monroe y Huestis, dos ex NBA, pusieron tierra de por medio. Ponsarnau echó el freno.

Los últimos minutos comenzaron convulsos. En realidad, como todo el encuentro. Abalde silenció el pabellón con un triple para poner la primera y volver a adelantar a los taronja. Ziper, fallando el primero desde la línea, recortó distancias. Tras tres minutos, fueron las únicas canastas. Mientras, un inspirado Koponen en el tramo final, volvió a ponerlos por delante. Era un constante de intercambios en la iniciativa en el marcador, pero nadie se hacía con el juego. Ni siquiera Colom, que conectó en dos ocasiones con su mejor socio, Tobey, para empatar el encuentro (52-52). Lessort cortó el camino al aro a Labeyrie y el ala-pívot no pudo hacer más que felicitar a su compañero de selección. Hasta que Tobey, otra vez, volvió a hacer sangre desde el triple. Kostic devolvió a la pista a Monroe.

El partido entraba en los últimos cuatro minutos. Ahí surgió el momento Doornekamp, ya fundamental en el cierre del tercer cuarto. Primero, con una chapa a Dedovic y, posteriormente, Abalde mediante, con un triple para poner ocho de distancia (52-60). El partido se ponía de cara para los de Ponsarnau sin Dubljevic en pista. Marinkovic pedía calma y cabeza desde la banda y entró Colom para bajar las pulsaciones al partido. Monroe, en su primer balón desde que entró, regaló la posesión a los taronja y pasó sin pena ni gloria por el último cuarto. Kostic lo sentó. Tobey, fundamental en el tramo final, le comió la tostada. Por su parte, el base campeón del Mundo puso la máxima (+9, 53-62) desde la línea a falta de un minuto. Pero aún habría tiempo para el susto. En un arreón, los locales se pusieron a tres (59-62) tras una penetración, una vez más, de Dedovic. Él mismo dio vida a los taronja con su fallo y Doornekamp, de palomero, anotó la de la calma para sumar un triunfo más en la Euroliga para asentarse en el Top-8 de la competición.