El eterno debate del load managment se alarga más y más cada vez que Kawhi Leonard toma descanso. Sobre todo sin los Clippers pierden en esos partidos, algo cada vez más frecuente. El alero se ha perdido 12 esta temporada y el récord de los angelinos es de 5-7 y ha caído en 4 de los últimos 5 encuentros en los que la estrella ha estado ausente. Un dato preocupante que no se dio el año pasado en Toronto y que supone la diferencia que hay en la clasificación con los Lakers, líderes del Oeste. El hermano ya no tan malo de Los Ángeles está con un nada desdeñable récord de 33-15 y podría llegar con más dudas de lo esperado inicialmente a una hipotética serie ante la franquicia con la que comparten estadio. Siendo una incógnita, eso sí, como afectará la ventaja de campo a dos equipos que juegan en el mismo estadio.

Esta vez los Clippers alegaron problemas de espalda y dieron descanso a Leonard, pero a Lou Williams no pareció gustarle mucho cuando le preguntaron por el tema al final del partido, que acabó con una ignominiosa derrota ante los Kings. Los de Luke Walton, hundidos y a la deriva, venían de perder 16 de los últimos 21 partidos y andan perdidos en la 13ª posición del Oeste a ya 6 victorias de playoffs. Un fiasco tremendo para ellos, que apuntaban a la fase final pero que han visto como nada encajaba tras la salida de David Joerger y la llegada de un Walton que no fue el problema de los Lakers ni la solución y que no se está reivindicando precisamente en Sacramento.

Daba la sensación de que los Clippers remontarían en el último cuarto, que Lou Williams saldría de su letargo y anotaría dos triples seguidos que meterían a los angelinos en el duelo. Las dudas de los Kings y el talento innato de los locales así lo hacía preveer. Nada de eso ocurrió. Recibieron 39 bochornosos puntos en el último periodo y vieron como aumentaba su desventaja con un De'Aaron Fox que, en esatdo de gracia, llegó a los 34 puntos (carrer high) y sentenciaba el partido. Williams se tuvo que conformar con 22 y un cabreo al final que corresponde al sentimiento de un equipo en el que las grandes estrella no están respondiento. No por que estén jugando mejor o peor, sino porque no están disputando todos los partidos que quizá (solo quizá) su equipo necesite. El eterno debate de un load managment del que se ha hablado más esta temporada que ninguna otra en la historia de la Liga.

Recibir 39 puntos en el último periodo parece demasiado para una franquicia que si de verdad quiere el anillo no puede permitirse este tipo de despropósitos. La profundidad de la plantilla, algo que se presupuso sin ningún atisbo de demostración, se pone cada vez más en duda. Lou Williams, que con 33 años está siendo el hombre que sostiene a los suyos, hoy se quedó en 22 puntos y Paul George, maniatado por las innumerables lesiones que ha sufrido en los últimos años, parece una sombr de los que fue: apenas 8 puntos con 2 de 10 en tiros de campo y carencias defensivas que nunca antes había mostrado. Nada es fácil en la NBA, pero ganar el anillo aún menos. Y si te falta una estrella a la altura de Kawhi, que en los últimos 8 duelos estaba en 35 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 2,5 robos, deja de ser difícil para convertirse en misión imposible.