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EUROCUP FEMENINA |

Gernika pasa ante el Szekszard y se ve en octavos con Valencia

Revivieron en Hungría la pesadilla del año pasado ante el Galatasaray pero esta vez tenían la lección aprendida. Se vieron sin los 18 puntos de ventaja y al final pelearon por el triunfo.

Actualizado a
Un instante del partido de Hungría

El Lointek Gernika se sacó la espina de la temporada pasada en la Eurocup. En la Liga Femenina Endesa tiene ya un bien ganado nivel de respeto entre los rivales y en Europa se lo tiene que ganar. Tras el sofocón de ver cómo le pulían en 13 minutos los 18 puntos de ventaja que se llevaba a Hungría (34-16, tras un 8-0), desde la congoja supo sacar su instinto de supervivencia para ir recortando distancias (seis de desventaja al descanso) e incluso optar al triunfo. Era cuestión de no salir con miedo pero las pupilas de Mario López se desentendieron del plan y un 14-2 les hacía revivir la pesadilla del Galatasaray el curso precedente. Al final el Szekszard se quedó a cuatro (79-75), una diferencia testimonial. En octavos, las vizcaínas se verán las caras con el poderoso Valencia (ida el 20 de febrero en Maloste), que tuvo que remontar cinco puntos de desventaja con el Enisey (en La Fonteta se impuso por 64-49). Eso evita tener que ir hasta Krasnoyarsk, cerca de Mongolia, a decidir el cruce.

El realidad, el pase es a unos primeros cuartos de final entre equipos de la segunda competición europea, ya que posteriormente a los cuatro clasificados de esa ronda se unirán cuatro equipos eliminados de la Euroliga Femenina para disputar los cuartos de final definitivos previos a las semifinales y final. Tras fulminar previamente al Minsk, el Gernika ya ha cumplido de sobra y lo que venga ahora será un premio, o tal vez una gesta. Antes de pasar, se vio con la soga al cuello. Al equipo húngaro, que salió valiente y a tumba abierta como corresponde a una situación tan agónica como la suya, le salía todo. Dojkic era un puñal hacia la canasta y McCall le echaba una mano en la anotación. 

El Szekszard cumplió su propósito: meter el miedo en el cuerpo a las vizcaínas tras el salto inicial. El Lointek se guardó en una zona para cambiar el ritmo y evitar daños. La presión defensiva, el rebote y la nulidad de ideas en campo ofensivo hacían presagiar el naufragio. Fue haciendo una labor de hormiga, tratando de cerrar filas tras llamar a capítulo con cajas destempladas al ver el miedo de sus chicas (le pitaron técnica por protestar, posiblemente forzada, con 14-2). Al descanso llovía menos: seis puntos abajo, después de un 8-20. Las magiares eran un torbellino; parecía complicado que mantuviesen los altos porcentajes pero su transición era otro puñal en la garganta de las forales. Krnjic empezó a abrir la lata. Fueron capaces de frenar a las húngaras con un 0-4 para llegar el segundo cuarto 10 abajo (26-16).

El cuadro visitante necesitaba un punto de apoyo, algo en lo que creer. Y lo logró cerca del descanso. Dietrick, Wojta y Milic cogieron la responsabilidad y con el tiempo de reflexión en el vestuario, se agarraron a lo bueno de los dos primeros cuartos. Empezó la remontada. A 1:27 para acabar el tercer acto, Wojta puso por delante a las vizcaínas (55-56) y Dietrick, con un triple sobre la bocina, puso la ventaja en cuatro puntos (57-61).

El Gernika fue ambicioso, no miró para nada al marcador ni jugó con su +18. Se puso 7 arriba, pero las magiares, asumida ya que la proeza no estaba en su libro de ruta y amparadas en un campo tan pequeño como ruidoso, al menos pudieron rescatar la victoria.