Gernika pasa ante el Szekszard y se ve en octavos con Valencia
Revivieron en Hungría la pesadilla del año pasado ante el Galatasaray pero esta vez tenían la lección aprendida. Se vieron sin los 18 puntos de ventaja y al final pelearon por el triunfo.
El realidad, el pase es a unos primeros cuartos de final entre equipos de la segunda competición europea, ya que posteriormente a los cuatro clasificados de esa ronda se unirán cuatro equipos eliminados de la Euroliga Femenina para disputar los cuartos de final definitivos previos a las semifinales y final. Tras fulminar previamente al Minsk, el Gernika ya ha cumplido de sobra y lo que venga ahora será un premio, o tal vez una gesta. Antes de pasar, se vio con la soga al cuello. Al equipo húngaro, que salió valiente y a tumba abierta como corresponde a una situación tan agónica como la suya, le salía todo. Dojkic era un puñal hacia la canasta y McCall le echaba una mano en la anotación.
El Szekszard cumplió su propósito: meter el miedo en el cuerpo a las vizcaínas tras el salto inicial. El Lointek se guardó en una zona para cambiar el ritmo y evitar daños. La presión defensiva, el rebote y la nulidad de ideas en campo ofensivo hacían presagiar el naufragio. Fue haciendo una labor de hormiga, tratando de cerrar filas tras llamar a capítulo con cajas destempladas al ver el miedo de sus chicas (le pitaron técnica por protestar, posiblemente forzada, con 14-2). Al descanso llovía menos: seis puntos abajo, después de un 8-20. Las magiares eran un torbellino; parecía complicado que mantuviesen los altos porcentajes pero su transición era otro puñal en la garganta de las forales. Krnjic empezó a abrir la lata. Fueron capaces de frenar a las húngaras con un 0-4 para llegar el segundo cuarto 10 abajo (26-16).
El cuadro visitante necesitaba un punto de apoyo, algo en lo que creer. Y lo logró cerca del descanso. Dietrick, Wojta y Milic cogieron la responsabilidad y con el tiempo de reflexión en el vestuario, se agarraron a lo bueno de los dos primeros cuartos. Empezó la remontada. A 1:27 para acabar el tercer acto, Wojta puso por delante a las vizcaínas (55-56) y Dietrick, con un triple sobre la bocina, puso la ventaja en cuatro puntos (57-61).
El Gernika fue ambicioso, no miró para nada al marcador ni jugó con su +18. Se puso 7 arriba, pero las magiares, asumida ya que la proeza no estaba en su libro de ruta y amparadas en un campo tan pequeño como ruidoso, al menos pudieron rescatar la victoria.