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NBA

Alen Smailagic, la joya europea que 'esconden' los Warriors

Contra los Suns, el pasado viernes, debutó en la NBA Smailagic con 19 años y 131 días. Los Warriors creen que puede ser un jugador muy importante en su futuro.

Alen Smailagic, la joya europea que 'esconden' los Warriors
Neville E. GuardUSA TODAY Sports

En el partido del pasado viernes contra los Suns, los Warriors lograron su cuarta victoria seguida, una racha que se truncó después en la visita a la Bahía de los Mavs de Luka Doncic. Lo que en años anteriores era cuestión de pura rutina, fue una fiesta en el recién estrenado Chase Center. Con Kevin Durant en Brooklyn, Andre Iguodala en Memphis y Stephen Curry y Klay Thompson en la enfermería, los Warriors han estrenado casa en San Francisco con un equipo que en las primeras semanas de competición apenas parecía un bloque de jugadores profesionales. Esas cuatro victorias seguidas, después de haber sumado solo cinco en los 29 partidos anteriores, supusieron una pequeña gran alegría dentro de un año en barbecho. En transición y sin más objetivo que ver qué les sirve y qué de su actual grupo de jugadores, en ese partido contra los Suns debutó Alen Smailagic, un espigado ala-pivot de Belgrado que se convirtió (19 años y 131 días) en el cuarto jugador más joven en debutar con la camiseta de los Warriors por detrás de Stan Brown, Andris Biedrins y Anthony Randolph, ahora jugador del Real Madrid.

Smailagic anotó 4 puntos y capturó un rebote en poco más de cinco minutos. Contra los Mavs, en su segundo partido, jugó ya 20 minutos (5 puntos, 5 rebotes).  El primer contacto NBA para un jugador que fue también el más joven en debutar en la G League (en noviembre de 2018, con 18 años y tres meses) y que es el primer miembro de los Warriors nacido en 2000, el séptimo jugador que pasa por la G League sin haber sido drafteado en la NBA y el tercer no estadounidense selecciondo desde la Liga de Desarrollo tras Thanasis Antetokounmpo y Chuwudiebere Maduabum.

Con sus 208 centímetros y una envergadura que ronda (dicen) los 2,20, Smailagic era un secreto de estado para los Warriors, que trataban de esconder a plena luz del día (jugaba en la G League, al fin y al cabo) a un jugador del que esperan grandes cosas para el futuro. Su progreso es evidente. La pasada temporada promedió  9 puntos y 4 rebotes y en esta marcha  (en la G League) ya en 16,8 en solo 25,4 minutos por noche, con un 40% en triples (lanza 4,7 por noche) que era un feo 24,4% la temporada pasada. Seth Cooper, uno de los técnicos de desarrollo de jugadores de los Warriors, trabaja mano a mano con él, una apuesta de Kent Lacob, hijo del propietario, Joe Lacob, y de Kosta Jankov, ojeador internacional de la franquicia.

Los Warriors se adelantaron a los grandes del baloncesto europeo cuando Smailagic ya había debutado con solo 17 años (promediaba 15,9 puntos y 5 rebotes) con el Beko serbio. Criado en el barrio de Kotez, creció al lado de una prisión y ya con 12 años jugaba al baloncesto con los presos, que le convirtieron en su protegido mientras su padre, Rustem, trabajaba en una central eléctrica siete días a la semana con solo 15 libres en todo el año. Fue drafeado para la G League por el afliado de los Lakers, que lo traspasó a Santa Cruz Warriors. Allí la franquicia madre comenzó a mimar su desarrollo mientras trataba de no hacer mucho ruido hasta que lo eligió en el pasado draft, para lo que tuvo que dar a los Pelicans dos segundas rondas y un millón de dólares a cambio del pick 39: temían que Sacramento Kings lo drafteara con el 40. Después firmó un contrato de cuatro años y 6,1 millones de dólares que le puso definitivamente bajo el control de unos Warriors cuyos movimientos han despertado las suspicacias de varias franquicias, que creen que el serbio lo tenía todo arreglado con el equipo de la Bahía. De hecho, no hizo entrenamientos con otras franquicias mientras desde el entorno de los Warriors se filtraban todo tipo de rumores, desde que tenía problemas de adaptación por el idioma hasta que no iba a poder debutar en la NBA por un problema contractual.

'Smiley', como le llaman en los Warriors, ya entrenó varias veces la temporada pasada con los Warriors, donde DeMarcus Cousins le gritó que tenía "demasiada pinta de virgen" para jugar con ellos. Él, sorprendido, preguntó a un compañero que qué era ser virgen. Ahora el secreto ya es historia definitivamente en la NBA. Smailagic ya ha debutado en una liga en la que, si se cumplen las previsiones de los Warriors, tiene mucho que decir durante muchos años. Por algo, de Belgrado a la Bahía, se el considera el 'chico de oro' en la 'franquicia de oro'.