El Gran Canaria recupera el pulso para la Copa tras superar al Burgos

El Herbalife Gran Canaria ha recuperado el pulso para la Copa del Rey de baloncesto tras superar al San Pablo Burgos, la gran revelación de este inicio de temporada, en un encuentro de infarto que se decidió por un ajustado 92-89.

De nuevo el pívot norteamericano Matt Costello, con 19 puntos, 8 rebotes y 29 de valoración, se erigió en la gran figura local, desactivando los 21 puntos de Thad McFadden y los 18 de Earl Clark, en las filas visitantes.

Los amarillos arrancaron con fuerza en vanguardia, con Costello anotando cinco puntos consecutivos, aderezados con sendos triples de Rabaseda y Cook ante un conjunto burgalés que tardó casi tres minutos en anotar sus primera canasta (11-2).

Ante aquella hemorragia inicial, el técnico visitante, Joan Peñarroya intentó parar la situación con un tiempo muerto, algo que consiguió a través de la muñeca del norteamericano McFadden (13-7), si bien la exhibión de Costello continuó, llegando a la decena de puntos en pleno ecuador del primer cuarto (16-12).

A partir de ahí, el encuentro entró en un fulgurante intercambio de golpes, sobre todo desde el perímetro, entrando a la fiesta Fitipaldo que, con dos triples seguidos, y un tercero de McFadden, consiguió darle la vuelta al electrónico (19-21).

El 'Granca' entró al pulso desde la línea de tres, con Radicevic de estilete de excepción con dos triple más, cerrando Burjanadze el asalto inicial con un gancho y un más que ajustado 27-24.

El recital ofensivo continuó en los dos aros. Tras el duelo inicial entre Costello y McFadden (13 puntos cada uno), Radicevic tomó el relevo desde el exterior (37-32), siendo Fitipaldo su réplica en las filas visitantes (37-38).

Dos 'alley-oops' de Lima propiciaron una dosis extra de jerarquía en la pintura para el Burgos, mientras que la ecuación del Herbalife encontraba solución en las rotaciones (45-45, a dos minutos para el descanso).

Los isleños aguantaron las faltas técnicas señalizadas a Costello y Katsikaris, pero un arreón final de Bassas -desde el 6.75- y Salvó -desde la zona- permitió al conjunto azulón tomar oxígeno antes de enfilar a los vestuarios (48-52).

En la reanudación, y pese a la superioridad de los burgaleses en el juego interior, el equipo insular encontró petróleo forzando personales sobre la figura de Augusto Lima, quien falló hasta cuatro tiros libres en un tercer periodo, en el que Shurna y Harper despertaron para poner el 55-54 en el marcador.

También reaccionó Clark, que había estado inédito en los primeros 20 minutos, asumiendo galones en la pintura y poniendo de nuevo por delante el Burgos (61-64).

Las rotaciones volvieron a reflotar al 'Granca', con Okoye y Bourousis maquillando el resultado y Beirán colocando al Herbalife con 69-66.

Sin embargo, el bálsamo duró poco, ya que Vega y Bassas se animaron a la ruleta de los triples (69-72), a la espera de un último cuarto de infarto.

Y así fue. Las defensa comenzaron a reactivarse, si bien el Herbalife salió más enchufado, gracias a un parcial de 11-2 (80-74) que hizo saltar las alarmas en el cuadro foráneo.

Bassas siguió en sus trece junto con Clark, manteniendo la nave burgalesa en un momento en el que hasta Bourousis se animó con los triples -dos lanzamientos del griego y 85-84 a 2:59 para la conclusión-. Pero aún quedaba mucha tela que cortar.

A un lanzamiento exterior de McFadden (86-87) respondía Beirán con otro (89-87), pero al final una falta de Benite combinada con una técnica al propio jugador terminó sentenciando al San Pablo (92-87).

Clark insufló esperanzas con un lanzamiento en suspensión (92-89), pero no fue suficiente. El 'Granca' acabó anotándose una victoria capital para mantener sus opciones coperas, igualando al Burgos con un balance de 8 victorias y 7 derrotas.