BILBAO BASKET 75-BETIS 69

El Bilbao pone otra piedra para la permanencia contra el Betis

Bouteille y Balvin lideraron el triunfo en Miribilla, decantado por un inicio feroz con enorme acierto en los triples. Los verdiblancos, colistas, siguen siendo muy irregulares.

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El Bilbao Basket suma siete victorias. Tiene de nuevo un balance equilibrado: 7-7. Para un recién ascendido que pasea la bandera de la modestia por todas las pistas de la ACB no está nada mal. Va en ritmo de Copa aunque sea una palabra tabú. Murcia, Estudiantes y Barcelona dictarán sentencia, pero tras tres partidos de titubeo, ha vuelto a coger la ola buena y no parece fácil bajarle de ella. El Betis, que también hizo el viaje de ida y vuelta en la máxima categoría, salió trasquilado de Miribilla, como el año pasado en LEB Oro. Se le fue Rivers y el resto ha tenido que tomar la responsabilidad. Es un equipo que tiene que desquiciar a su entrenador, porque no sabes si quedarte con sus momentos de aturdimiento y blandura absoluta u otros de gran talento individual. Desde luego, el juego interior sigue siendo de segunda división, aunque tiene instinto para el rebote. El encuentro fue brusco, intenso por momentos, malo... lo que valía era ganar, daba igual el método.

La puesta en escena fue centelleante. El RETAbet esta vez salió sin miramientos, con enorme dureza, lo que exigía el guion, y con porcentajes buenísimos desde la línea de tres. Kulboka armó el brazo y no paró en toda la tarde. Mumbrú quería abrir el campo, tener espacios por los que hacer daño, y lo logró. Esa ventaja, dejando al colista con 15 puntos en el primer acto, decantó casi todo lo que quedaba. El rebote ofensivo mantenía vivo al equipo sevillano. Era un examen para los 'hombres de negro': habían dado cuenta de notables enemigos como los Euroligas Madrid y Baskonia, pero faltaba por ver cómo se comportaban siendo favoritos, con un rival con la mitad de victorias en las alcantarillas de la liga. Y en ocasiones la tensión les desbordó, especialmente a Brown (1/9 en tiros), aunque bien es cierto que la intensidad y la defensa le encumbraron algo en su mala tarde. Rafa Martínez tampoco contribuyó a poner serenidad con tiros que en condiciones normales debería meter. Cuando el Coosur subió un poco la línea defensiva y negó líneas de pase, al cosa se puso fea, pero nunca llegó a creerse en la remontada, y de hecho no lo logró.

En el segundo cuarto, el Bilbao Basket percibió que era imposible mantener su excelso grado de cierto y fue bajando prestaciones. Pero amasaba una jugosa ventaja. Conger alcanzó a ver tiros claros en los verdiblancos y Oliver puso la sintonía a la remontada. Mumbrú trató de poner en pista gente con control de partido. Ante la irregularidad del enemigo, varió el libreto de costumbre con rotaciones inhabituales y vio cómo el Betis iba a la heroica. Los 13 de ventaja quedaron reducidos a cenizas con el 61-60 a falta de 5:30 para acabar. Oliver había tenido el santo de cara con acciones talento y suerte, como un triple a tablero y otro que parecía escurrirse y entró. Pero dos pérdidas estúpidas del veteranísimo base arruinaron el anhelo andaluz. Balvin salió y, muy motivado, cumplió de sobra ante su exequipo, al que le caían tapones por todas partes: 8 (cuatro cada pívot interior). Bouteille sigue en modo Copa y va a costar retenerle más años a la vera del Guggenheim. La permanencia se empieza a quedar corta en Miribilla.

RESUMEN

Bilbao Basket (26+16+15+18): Schreiner (4), Brown (4), Bouteille (23), Kulboka (13) y Lammers (6) -cinco inicial-, Balvin (15), Rousselle (2), Rafa Martínez (4), Rodríguez (2), Rigo (0), Cruz (0) y Sulejmanovic (2).

Real Betis (15+22+14+18): Sipahi (7), Slaughter (13), Conger (13), Enechionyia (3) y Niang (4) -cinco inicial-, Oliver (14), Borg (10), Almazán (0), Martín (3), Izundu (0) y Whittington (2).

Árbitros: Cortés, Oyón y Zamorano. Eliminaron por faltas a Slaughter (min 38).

Incidencias: 8.306 espectadores, con lluvia de peluches solidarios en el descanso.