Un sensacional Zaragoza deja casi cerrado el pase a la Copa
El equipo maño se apuntó a la ley del mínimo esfuerzo y solo apretó cuando pareció necesitarlo ante un oponente que nunca le inquietó de una manera clara.
El Casademont Zaragoza logró una cómoda victoria sobre el Montakit Fuenlabrada (75-65), la décima de la temporada, qu ele permite continuar en una posición de privilegio en la clasificación dejándole prácticamente rozando la Copa del Rey. No será recordado el partido por la excelencia ni por la espectacularidad del conjunto de Porfirio Fisac sino más bien al contrario, pero hizo valer su fortaleza en casa, donde en Liga no ha perdido más que un encuentro, para sacar adelante un choque en el que, en muchos momentos, no pareció poner en juego toda su energía para ser superior a un rival luchador pero poco más.
El equipo maño se apuntó a la ley del mínimo esfuerzo y solo apretó cuando pareció necesitarlo ante un oponente que nunca le inquietó de una manera clara porque sus reacciones fueron puntuales y nunca hasta el punto de pensar en poder asaltar el fortín del pabellón Príncipe Felipe.
El primer cuarto estuvo igualado pero el mayor acierto en los triples (4/10) de los propietarios del terreno y el aprovechamiento de las pérdidas de su rival le permitió liderar el electrónico hasta con siete puntos pero la porfía del conjunto de "Jota" Cuspinera hizo que la diferencia no permaneciera y subiera y bajara constantemente. En el segundo parcial, y sin hacer nada del otro mundo, prácticamente acertar en tres ataques consecutivos a la vez que los madrileños los fallaban, el conjunto "rojillo" comenzó a abrir brecha aprovechando tambié nla lesión de Alex Urtasun que estaba siendo, junto con Pierre-Leon Gillet,el mejor hombre del equipo fuenlabreño, hasta alcanzar en el descanso la mayor ventaja de la que había gozando hasta entonces, once puntos (40-29).
La segunda parte se movió entre los mismos parámetros, con las ventajas locales subiendo y bajando pero sin acabar de romper el encuentro definitivamente, lo que hacía concebir esperanzas al Montakit Fuenlabrada de tener opciones de luchar por la victoria aunque cada vez que recortaba distancias el conjunto zaragozano apretaba el acelerador y volvía a tomar aire sin más problemas marcando siempre una distancia de seguridad que impidió cualquier atisbo de sorpresa.