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EUROLIGA | 13ª JORNADA

El Valencia se estrena a domicilio al ritmo de Colom y Labeyrie

El base (12 puntos, 9 asistencias y 22 de valoración) y el ala-pívot francés (22 puntos, 4/5 en triples y 22 de valoración) lideraron a los taronja en Kaunas.

El Valencia se estrena a domicilio al ritmo de Colom y Labeyrie
EUROLEAGUE

A la séptima fue la vencida. El Valencia Basket firmó su primera victoria a domicilio en Euroliga, la quinta en la competición, al imponerse al Zalgiris en Kaunas. Los de Jaume Ponsarnau bailaron al ritmo de Quino Colom (12 puntos, 9 asistencias y 22 de valoración) y se impusieron gracias al gran partido de Loius Labeyrie (22 puntos, 5/6 de dos y 4/5 en triples, 5 rebotes y 22 de valoración) para confirmar la reacción en Europa. En la segunda mitad el conjunto taronja ajustó defensivamente e impusieron su autoridad en el Zalgirio Arena. No obstante, los de Sarunas Jasikevicius no se dieron por vencidos en ningún momento y apretaron en el tramo final. Sin embargo, el segundo y el tercer cuarto habían supuesto un escollo que, finalmente, sería insuperable para los lituanos.

El partido comenzó con un gran robo de Quino Colom tras un primer ataque embarullado que acabó en triple de Aaron Doornekamp. Fue, sin embargo, Louis Labeyrie el que estrenó el marcador desde el 6,75 aprovechando la recuperación del campeón del Mundo. El canadiense repitió hierro en su segundo lanzamiento desde el perímetro. Repitió el francés, desde la pintura, tras asistencia de Bojan Dubljevic. Mientras, Colom encontró sólo al montenegrino tras el pick-and-roll. Los lituanos empataron pronto el partido (7-7), pero Dubi rompía la tendencia y el base español abría brecha desde el triple para poner cinco de diferencia. Thomas Walkup y Edgaras Ulanovas sostenían a los lituanos (9-12). Lo paró Sarunas Jasikevicius y a la reanudación apareció la figura de KC Rivers y Zack Leday... y Doornekamp, que al tercer intento conectó. Walkup, por su parte, marró la primera. Labeyrie, en una versión más ofensiva de lo habitual, siguió mojando cerca del aro (17-16). En los primeros movimientos de la rotación de Ponsarnau, volvió Van Rossom a pista tras su operación de rodilla. A la primera, el belga se comió una finta de Ulanovas y machacó con dureza. La Euroliga no espera. Pero Sam se sumó a la fiesta anotadora, en un primer cuarto parco en defensa, para sumar su primer triple en su primer intento. Sus piernas demostraron estar preparadas en la primera suspensión. Pero el ritmo de la competición es otra cosa. Mientras, Jock Landale tiró de clase para redimirse de su triple errado y poner al Zalgiris por delante al cierre del primer cuarto (21-19).

En la reanudación, Jordan Loyd y Mike Tobey conectaron para que el center empatara el partido. El ritmo, de transiciones rápidas, invitaba a atacar en acciones de pocos segundos. Con Van Rossom a medio gas en lo físico, Alberto Abalde tomaba responsabilidades en la dirección, encontrando a Maurice Ndour que, con un reverso, para acercar distancias tras el triple de Arturas Milaknis (26-23). Tobey, con dos faltas, tuvo que dejar su sitio a Dubljevic. Mientras, Loyd de nuevo sacó a relucir su capacidad para asistir para encontrar a Ndour, que anotó tras una bomba. El senegalés, una roca en defensa, tiró de recursos en ataque para sus dos primeras canastas. Pero, de momento, la defensa no aparecía y los de Jasikevicius aprovechaban la irrupción de Landale y el menudo, pero rapidísimo, Lukas Lekavicius, para dejar el partido en 32-25. Lo tuvo que parar Ponsarnau. Y entró de nuevo Colom, y los ataques volvieron a fluir. A su vuelta a cancha, encontró el corte de Ndour para sumar un 2+1. El ala-pívot africano, inspirado en ataque, definitivamente, se vino arriba con Colom en cancha, y buscó un alley-oop que sólo las manos de Leday le alejaron de la canasta. Falló los dos. Pero, ya en bonus los de Kaunas, Dubljevic volvió a la línea tras capturar el rebote y recibir la falta. Él sí que no erró (34-30). Pero los valencianos no encontraban soluciones a la velocidad de Jekavicius, que encontraba el camino al aro con facilidad tirando de piernas. Un auténtico quebradero de cabeza.

Loyd, por su parte, no estaba. Su primer punto llegó desde la línea, y tras fallar el primero. Tampoco había respuesta para Landale. Que, tras un paso por el banquillo, volvió a cancha para formar pintura junto a Nigel Hayes. Abalde apareció con un triple frontal para ponerlo a tres (38-35). Pero Ulanovas, tras un momento de enfriamiento, entró en dinámica de nuevo. No perdonó. Quino tiró de clase para acercarse a dos y empatar el parcial del cuarto. El campeón del mundo sumaba 7 puntos y 6 asistencias. Por contra, Loyd no estaba fino y volvió a fallar desde el triple. No como Walkup, que reapareció, junto a Labeyrie, para reverdecer los laureles del primer cuarto. El texano repitió desde el triple para dejarlo en 44-40. Respondió inmediatamente Colom para dejarlo a uno. Tirando del carro. Con ambos en bonus, y más de un minuto por disputar, cualquier contacto les llevaría a la línea. Comenzó la tendencia Ulanovas. Anotó los dos. El Valencia Basket bailaba al ritmo de Colom y el ritmo aumentaba en el Zalgirio Arena. Dubljevic castigó cerca del aro, pero Landale seguía a lo suyo. Valencia, con cuatro segundos, tenía la oportunidad de volver a adelantarse antes del cierre del primer acto. La pizarra quedó en nada. El partido estaba en la defensa. Y en la pintura. Labeyrie, Dubljevic y Ndour eran los más acertados, junto a Quino, eran los más destacados. El segundo cuarto fue para Valencia Basket, que dejaba el encuentro a un punto (48-47).

La igualdad era máxima, y las defensas brillaban por su ausencia en ambos lados de la cancha. En ese contexto, el Valencia Basket buscaba su primera victoria a domicilio en Euroliga. Doornekamp castigó desde el triple para poner a los visitantes por delante en Kaunas. El canadiense se enchufaba. Walkup, sobre la bocina, y step-back mediante, replicaba inmediatamente mientras continuaba el show de Jasikevicius en la banda. Sería Labeyrie el que, sorprendentemente, comenzaría a echarse el equipo a las espaldas en la anotación. Con un triple frontal empató la contienda para sumar 14 puntos. Los lituanos seguían flotándole y él, castigando. Con, además, unos porcentajes dignos de mención (4/5 de dos y 2/3 en triple). Volvió Lekavicius a pista como mejor medicina contra Colom. Labeyrie y Ulanovas, dos de los más acertados, cerraron un carrusel de fallos (55-53). Lo paró el técnico lituano, con cinco minutos por delante. Lo que no pudo parar es a Labeyrie, que tras un pick-and-pop con Van Rossom anotó de nuevo desde el perímetro. Partido de muchos quilates del interior francés. Jasikevicius apostaba por el small-ball, con Leday y Hayes en la pintura, para frenar la dinámica taronja (55-56). Y volvió a aparecer Van Rossom, que no tenía piernas todavía para hacer correr al equipo, pero sí para anotar desde lejos. El belga, tiró de clase con un step-back en slow motion para poner a cuatro el partido. Su presencia era fundamental para dar descanso a Colom, también de condición diesel, ante la baja de Guillem Vives. Zalgiris echó mano de Jankunas, que anotó nada más volver a pista. Pero Doornekamp seguía al alza y volvió a anotar desde la esquina (57-62). Y Van Rossom se vistió de Colom para encontrar a un inspirado Labeyrie, que voló sobre el cielo de Kaunas para cazar al vuelo el pase del base de Gante. Valencia Basket dejó el tercer cuatro en un parcial de 9-17 y un marcador de 57-64.

A falta de 10 minutos, con 7 puntos de diferencia, se estrenaba el último cuarto con una gran defensa de Valencia Basket. Buena señal. Pero los lituanos respondieron con la misma moneda, pero fallaron su tiro. Los ataques se embarrullaban y el balón cayó finalmente a Tobey para cazar un 2+1 entre tanto revuelo. Y cerró el camino al aro a Zach Leday en el otro lado de la cancha. Ndour, que volvía a pista, quería seguir con su tendencia anotador y volvió a producir sacando su arsenal de recursos. Jasikevicius no tuvo más remedio que frenar el partido. Con Loyd errático, volvió un ausente Vanja Marinkovic a pista. Con más de 10 minutos disputados, sólo había firmado un rebote. El partido lo permitía. El castigo definitivo para los australianos fue la quinta de Landale. Un problema menos para los de Ponsarnau. Ya incluso Marinkovic se unió a la fiesta con una jugada de cuatro puntos. El que faltaba. De 0 a 4 de una tacada. Sin Landale, Walkup daba un paso al frente. Pero fue Rivers el que les metía en el partido (64-72). Lo paró inteligentemente Ponsarnau. Y volvió Colom para afrontar el tramo final. Al partido le restaban seis minutos. Los de Jasikevicius, por su parte, ponían una marcha más en defensa para buscar la reacción. Pero Colom puso el partido a 10 en un momento de agobio (64-74). Abalde entraba para echar una mano con balón y defensa. Le tocó emparejarse con la producción de Ulanovas. El gallego le sacó la falta al alero lituano y Zalgiris entró en bonus. Un aliciente más.

A cuatro minutos, reducían distancias a siete puntos (68-75). Y Ndour se llevó la técnica. Malas noticias. Tiros libres, posesión y eliminado el senegalés. Al menos Ulanova falló el tiro y Rivers, la posesión. Pero Leday volvía a producir sin adversidad por dentro y lo dejaba a cinco. Era momento de la defensa (70-75). Volvió Van Rossom y volvió a encontrar a Labeyrie para firmar su cuarto triple. La conexión franco-belga funcionó en Kaunas. Milaknis volvió a meterles en partido (74-78). Con un minuto por disputar, el Zalgiris mandaba el partido a la línea. Sam no perdonó. A seis. Volvía Doornekamp a pista. El Valencia Basket afrontaba los últimos minutos sin sus dos jugadores más inspirados, Labeyrie y Colom. Fue Abalde el que tomó la responsabilidad con una canasta brillante, sobre la bocina, y cuando más quema el balón. Rivers dejó a los de Kaunas a tres. Pero cometió falta sobre Loyd, que con 2 puntos, se jugaba el partido en sus manos. Los metió. Menos mal, porque Ulanovas metió desde el perímetro sin casi consumir tiempo (82-84). Habría supuesto el empate. La responsabilidad pasaba a manos de Abalde. No falló. Walkup perdió el balón. Y Valencia Basket, tiempo muerto mediante, silbado en el Zalgiris Arena, firmó la primera victoria en Euroliga a domicilio.