El próximo 30 de diciembre cumplirá 35 años pero su nivel en la NBA sigue siendo superlativo. Se trata de LeBron James, que al igual que sus Lakers, ha comenzado la temporada de manera inmejorable. El equipo se sitúa a la cabeza de la Conferencia Oeste con 6 victorias en 7 partidos, todas ellas conseguidas de manera consecutiva tras el tropezar en el debut liguero ante sus vecinos, los Clippers.

El bloque ha mejorado ostensiblemente en defensa: es la cuarta plantilla que menos puntos encaja en toda la liga (101,1 por partido) y la segunda con mayor diferencia de puntos sobre sus rivales (9,9), solo por detrás de los Bucks (11). Esa intensidad defensiva está siendo una de sus grandes bazas en el inicio de curso. Eso, y el nivel que está y que sigue ofreciendo LeBron James. La pasada noche, en la victoria angelina ante los Chicago Bulls (112-118), acabó firmando su tercer triple-doble consecutivo: 30 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias. Algo que no que había conseguido ningún laker en los últimos 32 años (el último, Magic Johnson) y que le convierte en el jugador más longevo en la historia de la NBA en conseguirlo (34 años y 310 días). Curiosamente ha alcanzado estas cifras en tres duelos lejos del Staples Center que acabaron en victoria. 

Es por ese motivo que la franquicia angelina le felicitó a través de su cuenta de Twitter. Y LeBron, al que muchos seguidores del baloncesto le veían en su ocaso deportivo, aprovechó para contestar con un mensaje muy escueto y conciso.

Írónicamente se autoetiquetó como 'Rey acabado', seguido de un icono en el que manda callar y otro en el que aparece una corona. El mensaje es más que evidente, acordándose de aquellos que pensaban que 'el Rey' no volvería a ser el mismo tras la debacle de los Lakers en la pasada temporada, o que incluso Kawhi Leonard, bautizado como 'el Rey en el Norte' el curso pasado en los Raptors, podría arrebatarle la corona en su llegada a Los Ángeles. La lucha por el trono solo acaba empezar pero la estrella de los Lakers lo sigue teniendo claro y lo hace saber, al menos por el momento, a través de palabras y hechos.