CHAMPIONS FIBA | 3ª JORNADA | CASADEMONT ZARAGOZA 70-FALCO SZOMBATHELY 69
Radovic prolonga el buen momento del Zaragoza
El ala-pívot montenegrino anotó un palmeo a cinco segundos del final que certificó la segunda victoria aragonesa en la Champions FIBA.
El Casademont Zaragoza logró la primera victoria en casa en la Liga de Campeones sufriendo en demasía ante el Falco Szombathely húngaro, uno de los equipos más flojos del grupo D, en teoría, ya que venía de dos eliminatorias previas.
El conjunto aragonés llegaba al encuentro después del gran triunfo del pasado fin de semana contra el F.C. Barcelona y dio la sensación, salvo los minutos finales, de que el resultado contra el conjunto catalán propició una gran relajación que permitió a los magiares tener opciones de victoria hasta la bocina final.
Lo mejor para el Casademont Zaragoza fue que sumó su segundo triunfo en la competición a pesar de no haber podido contar con jugadores clave como Rodrigo San Miguel, Fran Vázquez, Jonathan Barreiro y Renaldas Seibutis.
El equipo aragonés comenzó muy frío el partido y eso permitió que los visitantes, muy acertados en el tiro exterior, tomaran la delantera en el electrónico llegando a tener hasta 8 puntos de ventaja (4-12) cuando apenas habían transcurrido cuatro minutos.
El Casademont Zaragoza dominaba con claridad el rebote, consiguiendo numerosas capturas ofensivas, pero no era capaz de aprovechar las segundas oportunidades, lo que permitió a los húngaros acabar por delante al término de los diez primeros minutos, aunque con menos holgura que al principio (14-16).
En el segundo parcial el conjunto de Porfirio Fisac comenzó a carburar mejor, especialmente en defensa, ajustándose al estilo de su rival que buscaba siempre el tiro exterior, y eso le supuso darle la vuelta al marcador nada más comenzar.
Los buenos porcentajes de acierto del equipo magiar comenzaron a reducirse a la vez que mejoraban los del Casademont Zaragoza en el tiro de dos, que no en el de tres (14,3 %),lo que tuvo como consecuencia llegar al descanso con la mayor renta a su favor hasta ese momento, cinco puntos, (33-28).
Los propietarios del terreno, tras el paso por vestuarios, aprovecharon en ataque la superioridad de Tryggvi Hlinason para lograr canastas fáciles del islandés pero, por contra, no cerraron bien el rebote defensivo lo que permitió que los húngaros lograsen tantos rebotes ofensivos como en los dos primeros cuartos que le dieron la opción a segundos tiros, que no desaprovecharon, para mantenerse vivos en el partido.
La porfía visitante, con un 0-9 de parcial al inicio del tercer cuarto, hizo que le diera la vuelta al marcador (53-57) en el minuto 32 y que se mantuviera por delante hasta faltando 1:12 con un último minuto de infarto en el que un palmeo de Nemanja Radovic puso el 70-69 en el luminoso a falta de 5 segundos para el final que resultó definitivo para que el partido cayera del lado maño.