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MUNDIAL CHINA 2019

"Gracias, campeones"

Miles de aficionados celebraron con los jugadores el Mundial de basket en la Plaza de Colón. Antes el equipo fue recibido por el Rey y Pedro Sánchez.

Los jugadores de la Selección celebran el oro Mundial en Madrid.
Los jugadores de la Selección celebran el oro Mundial en Madrid.JOAQUIN CORCHERO ARCOSDIARIO AS

La Selección llegó a la Plaza de Colón pasadas las 22:15. Miles de aficionados esperaban desde hacía horas para recibir a los campeones y en la Selección también tenían prisa. Sergio Llull y Rudy Fernández se saltaron el protocolo y ofrecieron la copa antes de tiempo, pero después se impuso el guión. El speaker presentó uno a uno a los jugadores: Rabaseda, Beirán, Colom, Oriola, Ribas, Claver, los Hernangómez, Llull, Ricky, Marc y Rudy, que como capitán fue el encargado de ofrecer la copa mientras sonaba el ya clásico “We are the Champions de Queen. “Quiero daros las gracias a todos y a mi segunda gran familia que es esta gente por hacer que este verano sea tan especial y por darme la oportunidad de levantar esta copa. Viva el baloncesto español”. Turno para Ricky: “Solo espero que esta historia tan bonita que hemos escrito os ayude, que os inspire como a mí lo han hecho mis compañeros”.

Marc Gasol, algo más calmado que en su celebración en Toronto, bromeó con aquel día. “No sé por qué no me pasaron el micrófono, pero hoy Ricky ha sido más valiente”. Y pidió algo: “Cuando no ganemos, también nos apoyáis, ¿vale?”. Algo que parece complicado con Scariolo, que ha ganado siete medallas en sus ocho años con el equipo. El de Brescia recordó que la final del domingo fue el partido más visto en la historia del baloncesto español y después fue manteado por sus jugadores: “Este equipo no se ha rendido nunca, porque para estos jugadores bajar los brazos nunca ha sido una opción”.

El día había sido muy largo. La Selección, que de la fiesta del oro pasó a siesta en el avión, llegó a Madrid a las 17:40, con casi dos horas de retraso. Los bomberos les recibieron con un arco de agua. Rudy fue el primero en bajar con una copa, que explica por qué este es un equipo de leyenda.

Unos minutos para acicalarse (los jugadores se pegaron una ducha y se cambiaron de ropa en el mismo aeropuerto) y rumbo a La Zarzuela, la primera parada. Allí, el Rey y Doña Letizia recibieron a los campeones. “Nos hacéis sentir muy orgullosos”, dijo el monarca y la Reina bromeó con que le habían chafado su comida de cumpleaños, porque todos los invitados estuvieron pendientes de la final.

Siguiente parada, La Moncloa. “Ya lo dije con el femenino, recibirnos cuando ganamos lo agradecemos mucho, pero sobre todo cuando es para desearnos suerte”, dijo Jorge Garbajosa. “Han sido muchas las sensaciones y muchas las imágenes que nos habéis regalado”, respondió Pedro Sánchez. “Gracias por hacernos disfrutar de un deporte tan bonito y emocionante como el baloncesto, gracias por llevar los colores de España tan alto. Gracias, campeones”.

Un autobús descubierto, en el que se leía “Campeones del Mundo”, les llevó a la Plaza de Colón. “Nunca te esperas tanto cariño. Estamos alucinando. Lo que hemos hecho es muy grande y se nota por cosas así”, dijo Sergio Llull. Y la noche acabó a las tantas. Otra fiesta merecida para los campeones del mundo.