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MUNDIAL DE CHINA | ARGENTINA - ESPAÑA

El increíble viaje de 111 partidos de Marc Gasol

Empezó la temporada en su querida Memphis (53 partidos), jugó 50 con los Raptors y este domingo cumplirá su encuentro 111 de la temporada.

Pekín
Marc Gasol trata de pasar ante la defensa de Dellavedova.
NOEL CELISAFP

En su libro 'Viajes con Charlie', el periodista y escritor californiano John Steinbeck emprendió un road trip de 16.000 kilómetros en el que atravesó 34 estados para intentar explicar la realidad social de Estados Unidos. 'Viajes con Marc Gasol' podría hacerle fuerte competencia si el pívot de Sant Boi, que le incluiría de anexo el de China, decide hacer alguna vez las memorias de esta temporada 2018-19 que para él todavía no ha terminado aunque ya haya empezado la siguiente. Con el de este domingo ante Argentina, Marc Gasol jugará su partido número 111 oficial del curso. Los primeros 53 fueron en su querida Memphis, donde vivió unos meses finales algo agónicos y con mucha carga emotiva. Marc era un ciudadano más allí. Uno de sus hijos nació en la calle más famosa de Memphis...

Pero a principios de febrero de 2019, y tras una jugada maestra de Masai Ujiri bien influenciado por Sergio Scariolo, Marc llegó a Toronto Raptors para completar el puzle de Nick Nurse, que sólo cuatro meses después firmó la hazaña de convertirse en la primera franquicia canadiense que ganaba el anillo en la NBA. Marc jugó otros 26 partidos de regular season con Toronto y luego 24 partidos de unos playoffs durísimos en los que además encontró pívots durísimos por el camino hasta terminar con el anillo. Terminó extenuado, "echando humo del malo, quemando aceite". El 19 de junio llegó a Barcelona y el 26 ya se estaba preparando para el Mundial.

"No nos vamos a esconder"

En una entrevista concedida a AS el 16 de agosto, hace un mes de esto, Marc anticipaba cosas que sólo sabían los que se estaban entrenando con las puertas del gimnasio de Saint Bernard High College cerrado a cal y canto: "Tenemos unas armas, armas especiales y un estilo de juego que no hemos desarrollado y que no se ha visto nunca en la Selección y eso tiene cosas positivas. La predisposición de los jugadores a trabajar, el talento que tenemos... Creo que va a estar muy bien. ¿Que no tenemos a los jugadores o a los nombres de talento como Pau y Juan Carlos? Pues vale. No nos vamos a esconder. Pero tenemos una confianza muy grande en lo que hacemos". Siete partidos oficiales después, Marc jugará el partido 111 con la oportunidad de ser el segundo jugador en la historia en ganar el anillo y el Mundial en el mismo año (el otro es Lamar Odom, ex compañero de su hermano Pau). Como Rudy, Marc ganaría su segundo Mundial como jugador y hasta tendría la opción de rematar su torneo con el premio de MVP al que también opta Ricky.

"Disfruto de ayudar a mis compañeros", dijo Marc en la zona mixta del Oriental Sports de Shanghái después de meter a España en la semifinal del Mundial. Marc ha sabido hacer, sin duda, lo más difícil. Saber cómo pesa tener que jugar con ese apellido a la espalda y ser el líder de un equipo sin que los números más populistas te respalden. Y ha sabido no meter la pata. Corazón, sí. Galones, también. Pero sobre todo cabeza para hacer números que llenan estadísticas. Siempre elegir bien. Los titulares no hablaron de él cuando España ganó a Polonia y, sin embargo, con él la Selección tuvo un +22 en la cancha. Nadie alcanzó esa cifra.

España, +13 con Marc Gasol en cancha

Ni siquiera contra Australia quiso abusar. Que lanzase, anotase o no, no era una improvisación. Scariolo quiso que se convirtiese en una amenaza para el rival y así lo hizo. Cuando al fin se desparramó el ketchup, no sólo disfrutó él. Se convirtió en una amenaza, la defensa tuvo que abrirse y permitir penetraciones y él también pudo jugar con sus fundamentos. Jugar una vez; amagar y pasar otra; irse al poste a la siguiente... Marc suma 14,4 puntos por partido, 5,3 rebotes y 3,7 asistencias por partido en el Mundial. Pero su gran dato no es ese. Su dato es que cuando él está en cancha, España está 13 puntos arriba.

Su sabiduría es mucho más preciada en estos días en los que el cansancio te agota y hay que tirar de la preparación que se ha hecho años atrás con, por ejemplo, su preparador físico Joaquín Juan. A eso ayuda también la alimentación, que Marc ha convertido en uno de los mantras de su carrera deportiva. Es el hombre que cultiva sus propios productos en su huerto pero que también recuerda los momentos con sus primeros entrenadores. Seguramente en esa humildad para asimilar el primer consejo de cómo botar un balón al el último de una pizarra magnética y el big data que le sugiere lanzar más triples frontales que laterales está la clave de este viaje de éxito Marc. Pero sobre todo está una cabeza privilegiada para entender el juego y soportar momentos de presión extrema como esos dos tiros libres para forzar la segunda prórroga ante Australia que a quién no recordaron a los dos que lanzó su hermano con el quinto metatarsiano roto el día de Argentina. "Me beberé 200 cervezas", dijo Marc el día que ganó el anillo con los Raptors. La cosa está para doblar la apuesta.