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MUNDIAL CHINA 2019 | TURQUÍA 76 - R. CHECA 91

Increíble Turquía: de casi ganar a EE UU a caer eliminada en dos días

Los turcos estuvieron a punto de hacer historia el miércoles, pero hoy fueron completamente superados por la República Checa con un Satoransky genial.

Tomas Satoransky (C) of the Czech Republic and Jaromir Bohacik (R) of the Czech Republic try to hold the ball as Turkey's Scott Wilbekin (2nd L) watches during the Basketball World Cup Group E game between Turkey and Czech Republic in Shanghai on Sep
HECTOR RETAMALAFP

El baloncesto es un deporte en el que nunca puedes dormirte. Hace dos días Turquía estuvo a punto de conseguir una de las victorias más importantes de su historia. Tuvieron a Estados Unidos a su merced dos veces y las dos veces les perdonaron la vida. No sólo desperdiciaron la ocasión de derrotar a los estadounidenses, algo que no pasa todos los días, también se dejaron una victoria por el camino que ahora ha resultado ser clave. Porque después de la exhibición del otro día, lo de hoy ha acabado en desastre. La República Checa ha sido mejor que ellos durante todo el partido y les ha dejado fuera de los 16 mejores del Mundial.

Se puede considerar la segunda gran sorpresa del campeonato tras la eliminación de Alemania (la tercera si se cuenta también la de China ante Venezuela). Pero el que viese el partido sabe que la victoria checa fue de una justicia indiscutible. Desde el minuto 1 al 40 jugaron mejor y, sobre todo, jugaron a lo que ellos querían, sabiendo qué era lo que más les interesaba en cada momento. Con un Satoransky ejerciendo de lo que se le suponía, mucho más tras la baja de Vesely. Es el líder del equipo, el mejor jugador del grupo, y hoy lo ha vuelto a demostrar. Liderando el juego, dirigiendo a sus compañeros, ralentizando el juego o acelerándolo según lo que pedía cada jugada. Un clínic de lo que debe ser un base. A pesar de su horrible porcentaje de tiro (13%) fue determinante con 7 rebotes y 7 asistencias y todos los incontables que produce a lo largo de un partido.

Pero Satoransky sólo no habría ganado este partido por muy mal que haya jugado Turquía. Los checos tuvieron otros cinco jugadores a un nivel sobresaliente, empezando por Balvin. El pívot fue dueño y señor de las zonas (17 puntos y 11 rebotes) y a partir de ahí empezó a ganar el partido República Checa. Junto con Auda (16+9) minimizaron hasta casi la nada la influencia de Ilyasova y Erden (14 puntos y 8 rebotes entre ambos). Bohacik y Hruban, acertadísimos en el tiro (71%) castigaron por fuera y entre todos sacaron de quicio al rival, que fue a tirones de Osman (eliminado por dos antideportivas), Korkmaz y los triples de Mahmutoglu (4/8), que les mantuvieron en el partido durante el tercer cuarto. Pero ese grifo se cerró en el último periodo y con él las pocas esperanzas que les iban quedando a los turcos según avanzaba el encuentro.