Estados Unidos ya se siente en una misión en este Mundial

Estados Unidos ya se siente en una misión y habla en términos bélicos de este Mundial. "An absolute battle", fue el fácilmente traducible titular de la cuenta de Twitter de la USA Basketball después del partido contra Turquía. "Iría a la guerra con cualquiera de estos chicos", dijo Myles Turner, joven pívot de los Pacers que aseguró haber jugado "uno de los mejores partidos de los que he formado parte".

Joe Harris habló de una "atmósfera de locos" en Shanghái, pero lo cierto es que el público tomó partido y lo hizo por Turquía. Después de 21 victorias consecutivas en el Mundial y dos títulos de campeón, ver caer a Estados Unidos es un aliciente extra en China, aunque resultó algo sorprendente ver virar al público local tan claramente a favor de Turquía. Aquí la NBA es una religión y las canchas callejeras están repletas de gente practicando el deporte con camisetas de las estrellas de la liga profesional estadounidense.

Pero hay más. El arbitraje dejó recelos entre los estadounidenses, que sospechan que con ellos el listón de las faltas se va a poner bajo. Donovan Mitchell desveló una conversación con Ricky: "Le mandé un texto y me contestó: Welcome to FIBA". Ambientes hostiles, arbitrajes... y lesiones: Marcus Smart terminó tocado en el hombro izquierdo y Jayson Tatum se fue con el tobillo como una bota. Los Celtics deben estar contentos.

Pero Estados Unidos se juntó y, con un ejercicio de supervivencia y solidaridad (es el equipo con más rebotes defensivos en el campeonato, 67, pese a su evidente falta de altura), conquistó uno de esos triunfos que unen. "Aun sabiendo que no jugamos a la altura de las expectativas que hay sobre nosotros, esto nos va a dar confianza", dijo Khris Middleton, jugador clave en la victoria contra Turquía con dos tiros libres providenciales para el 93-92.

Nada más terminar el partido contra Turquía, Gregg Popovich dijo que sólo podía "alabar" el espíritu con el que se había empleado su equipo. Pero un tipo sabio como él es perfectamente consciente de que tienen lagunas sobre la pista. Por eso admitió que es imprescindible mejorar en la toma de decisiones "sabias" y que todavía están en eso. La primera prueba para intentar mejorar eso es Japón, selección que ha perdido los 13 partidos que ha jugado en la historia del Mundial. Estados Unidos, por su parte, ha ganado los 23 partidos que ha jugado contra equipos asiáticos por una media de 35,7 puntos. Ahora no está para tanta fiesta, pero ya se siente en una misión y a orgullo es difícil ganarles.