El Dream Team de Estados Unidos está en el banquillo
Gregg Popovich, cinco anillos con los Spurs, y Kerr, cinco como jugador, tres como entrenador y un Mundial en 1986 con Estados Unidos.
En esta inmensidad que es Estados Unidos, nadie habla del Mundial de baloncesto. Mientras los ojos de televisiones y revistas están en el inicio de la temporada cien de la NFL (5 de septiembre, Packers-Bears), un grupo de 15 chicos, de los que quedarán 12, que en la NBA viven a la sombra de LeBron, Durant, Curry, Kawhi, Harden o Davis empieza este martes la última fase de preparación en el centro de entrenamiento de los Lakers (Mariposa Avenue). Es probable que Harrison Barnes, tras la baja de Kyle Lowry, sea su jugador más célebre junto a la unidad de los Celtis: Kemba Walker, Marcus Smart y Jayson Tatum (también está Jaylen Brown). La buena temporada de los Bucks ha puesto en el escaparate a Khris Middleton y ha rejuvenecido a Brook López.
Pero esta vez el Dream Team no estará en la pista. Gregg Popovich (28-1-1946, East Chicago Indiana) y Steve Kerr (27-9-1965) forman un tándem extraterrestre en los banquillos. Popovich es la leyenda de los Spurs, a los que ha llevado a cinco anillos con ese triángulo legendario que formaron Parker, Ginóbili y Duncan. Una plantilla que inició su dinastía el año del lockout, 1999, y de la que formó parte..., Steve Kerr. Tirador implacable, no sólo formó parte de los Bulls que gobernaron con mano de hierro la NBA. También ganó dos anillos en San Antonio. Kerr, cinco anillos como jugador y tres como técnico, forma parte de un selecto grupo que completan Phil Jackson, KC Jones, Tommy Heinsohn y Bill Russell. Ellos son los únicos que han ganado el título de "campeón del mundo" como entrenadores.
Es muy posible que Popovich y Kerr estén marcados por circunstancias personales para dedicarle este esfuerzo a la selección de Estados Unidos. 'Pop' se graduó en la Academia de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, cursó estudios soviéticos, jugó en la liga profesional yugoslava, de la que fue máximo anotador dos temporadas seguidas. Kerr, por su parte, nació en Líbano. Su padre, Malcom, era profesor de Historia Árabe. Crítico con la deriva fundamentalista que advertía en la sociedad árabe, fue asesinado el 18 de enero de 1984 por Hezbolá. Dos años después, Steve Kerr fue campeón del mundo con la selección de Estados Unidos. Ahora quiere repetir como entrenador
Popovich tiene otro tipo espina, esta deportiva. En 2002 fue ayudante de George Karl en el Mundial de Indianápolis que acabó con desastre para Estados Unidos, que fue sexta. Tal vez esos hilos emotivos son los que no encuentran para competir jugadores como Lillard, McCollum o Tobias Harris, que han priorizado sus ampliaciones de contrato este verano y han seguido las directrices de sus franquicias. Sin ser todavía primeros espadas ni haber alcanzado la gloria con su selección, no parecen preocupados por el asunto.
Aun así, pronto el público en general descubrirá que los suplentes de los suplentes de las grandes estrellas de la NBA son jugadores de un nivel superlativo. Popovich se ha cubierto las espaldas y ha llamado a un grupito de veteranos que controlen el vestuario: Brook López (31) y P.J. Tucker (34) llevarán los mandos de un grupo que ya tiene jugadores maduros también (Plumlee y Kemba Walker están en 29 y Middleton con 27) y otros con un talento innegable como Smart (25) o Tatum (25).
A Popovich no le ha hecho falta mucha literatura para explicarle a su grupo cuál es ideario del USA Basketball. Apenas 30 segundos: pide rebotes, defensa, liderazgo, generosidad para procurar al compañero el mejor tiro, cero egoísmo y baloncesto inteligente. Las estrellas de Estados Unidos esta vez están en el banquillo, pero los jugadores también han empezado ya su misión oro.