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BILBAO BASKET

Salgado sopesa colgar las botas tras el ascenso en Bilbao

Entraría a formar parte del cuerpo técnico que encabeza Mumbrú. Le encantaría jugar un año más pero hace 39 en agosto y sabe que la exigencia física en ACB es enorme.

Salgado, con Mumbrú
JUAN FLORDIARIO AS

Javi Salgado ha escuchado a su entorno más inmediato, a su cuerpo y a los responsables deportivos del Bilbao Basket. Se dio unos días para deshojar la margarita y ahora mismo pesa más la posibilidad dejar el baloncesto. Sabe que la ACB tiene un nivel de exigencia enorme y no tiene muy claro que va a sentirse protagonista. Hace dos años, en la campaña del descenso, le empujaron a dejar la pista y ejercer de ayudante con Carles Duran y por su tesón, se resistió a colgar las botas. Aunque en esta ocasión le daban la potestad de decidir si quería estirar su carrera, ve que no puede haber mejor final para él que con un ascenso y la victoria en la Final Four de casa, levantando la bandeja de ganadores.

La temporada ha sido dura, pese a enclavarse en LEB Oro, y el jugador de Santutxu hace 39 años en agosto. Mumbrú le espera hasta cuando quiera. El club ha confirmado la continuidad de Schreiner y el director deportivo, Rafa Pueyo, recientemente renovado, explicó recientemente que no ve a Javi como tercer base, así que el rol de veterano director de orquesta se veía poco claro. Su intención de dejarlo haría caer el telón de una leyenda del Bilbao Basket, uno de los grandes jugadores vizcaínos de la historia. Aunque no ha logrado títulos, tiene tres ascensos: uno a LEB y otros dos a ACB, y un camino de talento, carisma y honradez conmovedores (en el Ayuntamiento de Bilbao se le ha gritado este mes que siga). Un buen día le largaron por precisarse otro perfil más físico y para maquillar la decisión se anunció que se le retiraba la camiseta (aunque seguía en activo, en el Gipuzkoa), en una bonita ceremonia con indumentarias suyas de diferentes competiciones. Para colmo del esperpento, se escondieron en un cuarto las camisetas del homenaje por normativa de espectáculos, supuestamente por seguridad en el pabellón. A nadie se le ocurrió que en vez de ir colgadas del techo se podía copiar la disposición de otros recintos, en los que se exponen en las paredes, enmarcadas.

Tras dejar Bilbao hizo carrera en Gipuzkoa y el Estudiantes y finalmente volvió a casa. “Llevo días recuperándome, pero la semana que viene empezaré a entrenar un poco y a jugar con los amigos. Siempre me gusta jugar, pero los años pasan y cada año que pasa se nota mucho más”, manifestó la semana pasada el base bilbaíno. Además, marcaba las líneas maestras para el regreso del Bilbao a la ACB: “La palabra tiene que ser humildad desde un principio, con ganas de hacerlo bien, pero sabiendo que pese a su pasado ACB, el Bilbao Basket va a ser un recién ascendido y el 50 por ciento de los que suben vuelven a bajar. Hay que ir con humildad, calma y poco a poco asentar el equipo en la ACB”, indicó el eterno capitán.

La idea es mantener una base sólida de jugadores desde la que crecer. El club ha pensado en él como un segundo ayudante de Mumbrú, a la espera de ver qué pasa con Elorduy, el inmediato colaborador hasta ahora. “Álex (Mumbrú) es una persona con mucho carácter, nos lo ha hecho saber a todos desde el principio. Ha estado muy tranquilo y fiel a su idea de rotar mucho. Ha ido con eso hasta el final. Es todo un éxito empezar como entrenador consiguiendo un ascenso. Estoy muy contento con él, formando parte de su debut y ahora le espera un reto mayor que es la ACB”, valoró Salgado hace días. En muchas ocasiones se le ha visto formando parte activa en los tiempos muertos. Tampoco se descarta que se ponga a trabajar con alguno de los equipos de categorías de base. Para la historia quedará decenas de canastas triples al límite de la posesión y asistencias mágicas en el pick and roll con Banic en sus orígenes en la élite y con Lammers en este año mágico. El eterno 14 deja huella en Miribilla.