El Cafés Candela Breogán ganó, a base de coraje, un partido vital para su futuro ante un despistado Unicaja que pagó su horrible tarde con las pérdidas (16), su falta de concentración, la mala tarde de Jaime Fernández (un punto y –9 de valoración) y el gran partido de Gerun (13 puntos, 8 rebotes y 20 de valoración). Los de Tito Díaz respiran en su lucha por eludir el descenso. Sexta derrota de los malagueños lejos del Martín Carpena.

Unicaja empieza con un 0-8 volteado por Breogán con un parcial de 16-4 (16-12). Seis pérdidas en los malagueños y tres en los gallegos. Se cierra el primer cuarto con 16-17. El partido es embarullado (20-20 min. 14). Breogán se coloca 25-20 aprovechando el desconcierto los de Casimiro. Aparece Carlos Suárez con su tiro exterior (27-25 min. 17). Con 10 puntos anotados pide el cambio por esa lesión de fibras que no termina de ver la luz. Se llega el descanso con un escueto 31-30. Partido malo.

Felizmente para los verdes Carlos Suárez volvió. Pero el Breogán coge distancia (39-32 min. 23). Casimiro para el partido porque su equipo está incómodo y desubicado. Sin chispa ni intensidad. Unicaja reacciona con un increíble 0-8 de parcial y ahora es Tito Díaz quien pide oxígeno. Breogán se dispersa. Reflejo de McCallum que juega solo, para no variar. Jaime Fernández, cuatro negativos de valoración.

El juego de Unicaja era una catástrofe (47-44 min. 29). 8/20 en triples. Gerun, baluarte de los lucenses. Al tercer cuarto se llega con 51-49. En la recta final se pasó de un 55-59 a los 34’ a un tremendo 75-66 (min. 39) tras un formidable triple de Aleksandar Cvetkovic. Un parcial de 20-7 que premiaba el corazón del Breogán y castigaba la desidia de los verdes (77-68 min. 39). Al final, los de Lugo lo tenían todo controlado. Breogán respira. Unicaja aburre.