Kirolbet Baskonia no ganaba al CSKA en los últimos 15 duelos en la capital eslava pero rompió ese mal fario en el momento más oportuno. El factor cancha está ya revertido y ahora habrá que dar la puntilla al gigante rojo en el Buesa Arena.

El Chacho Rodríguez empezó en el quinteto inicial de los rusos, pero estuvo bastante desafortunado en los primeros compases. Los árbitros volvieron a cargar a Baskonia de faltas muy rápido (2 en 45 segundos) pero a base de triples, los de Perasovic cogieron el protagonismo en el luminoso (10-17, min. 6). Shields llevaba 10 puntos en los primeros seis minutos. Peras tiró de Jalen Jones en el minuto 7 (inédito en el primer partido de la serie), pero hizo 2 faltas personales en apenas minuto y medio. Para el 16, llevaba ya tres.

Comenzó el Baskonia muy inspirado el segundo cuarto, dejando a los rusos 2 minutos sin anotación (20-34, min. 13) pero un parcial de 11-0 acercó de nuevo a los eslavos. Algunas pérdidas ridículas, Shengelia fallón en los tiros libres y despistes defensivos permitieron la aproximación local. También alguna que otra decisión sibilina de los árbitros. Poirier cometió su tercera falta personal pero el buen tono general del equipo le permitió marcharse al descanso 5 puntos arriba. Garino anotó nada más salir del vestuario (6 puntos en 3 minutos) pero el Chacho volvió a acercar al CSKA a 1 con el 47-48. Un triple descomunal de Vildoza confirmó la reacción baskonista colocando el 52-63. El equipo metía manos, robaba balones, se cruzaba en las líneas de pase y reboteaba. Luego, era efectivo desde el punto de vista ofensivo. Y además versátil. Metía de fuera y también de dentro. Hizo un par 2+1.

Los vitorianos no querían repetir cuartos como el del 27-12 de la fase regular (el último) o el del 29–12 (tercero del martes) así que se conjuraron para evitarlo. Aguantaron el chaparrón y tuvieron solidez. A menos de 2 minutos para el final mantenían los 10 puntos de diferencia. Se vio subir el balón a Janning, Shields e incluso Hilliard al margen de los bases, que estaban muy presionados. Sergio Rodríguez lo intentó a base de triples pero era ya muy tarde. Baskonia había jugado mucho mejor y rompió el mal fario que duraba desde 2005. Ganó en Moscú.