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NCAA | MARCH MADNESS

Los 6 jugadores que más suben y bajan tras el March Madness

Si nos fijamos en la listas para el draft previas al torneo vemos que algunos jugadores han salido muy reforzados y otros, todo lo contrario.

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Los 6 jugadores que más suben y bajan tras el March Madness

SUBEN 

De'Andre Hunter (Virginia)

Apuntaba al top-10 antes de comenzar el torneo, se ha mantenido en sus medias en puntos (15,8) y rebotes (5,3) de toda la temporada y se ha mostrado como un jugador muy regular, pero su actuación estelar en la final ha mostrado todo lo que le puede aupar a una posición realmente alta en el draft. Incluso peleando por un puesto entre las cinco primeras elecciones. 27 puntos, 9 rebotes, 50% en tiros, 4/5 en triples, incluido el que forzaba la prórroga. Todo eso unido a su indudable talento defensivo y adornado con el título de campeón universitario siendo el mejor en el partido más importante.

Rui Hachimura (Gonzaga)

A pesar de caer en la final de conferencia ante la defensa inhumana de Texas Tech, Hachimura ha confirmado todas las expectativas que había creado antes del March Madness. Tanto él como su compañero Brandon Clarke (otro que también ha salido reforzado) han demostrado ser los líderes de su equipo, sin esconderse en los momentos más calientes. El japonés ha promediado 16,5 puntos y 6 rebotes y mostrado maneras de jugador importante. Su candidatura al top-10 ha ganado muchos enteros.

Carsen Edwards (Purdue)

Una de las grandes revelaciones del torneo. Su equipo cayó en la final de conferencia ante Virginia en la prórroga, pero su actuación ya es historia del March Madness: 42 puntos con 10 triples. Sólo un milagro del rival forzando la prórroga evitó que Purdue estuviese en la Final Four con él como gran héroe. Sus promedios de 34,7 puntos, 4,7 rebotes y 45,9% en triples lanzando 61 veces desde el perímetro son espectaculares. Por su estatura (1,85) nunca estuvo entre los favoritos de las franquicias, pero sus continuas exhibiciones en el torneo le han hecho escalar puestos hasta tener opciones reales de ser elegido en primera ronda, algo impensable hace un mes.

BAJAN

Cam Reddish (Duke)

Ha sido el mayor perjudicado del fracaso de Duke. Iba para top-5 (en varios momentos de la temporada incluso para top-3) y ahora nadie sabe hasta dónde puede caer (de momento siempre dentro de las diez primeras posiciones). Se perdió el Sweet 16 ante Virginia Tech y su equipo lo notó. Pero sí estuvo en la ronda anterior ante UCF, en la que Duke se salvó de milagro, y en la final del Este, donde cayeron con Michigan State. En ambos casos no demostró nada que le hiciese un jugador realmente especial. Ha tirado muy bien de tres (43,7%), peor que el porcentaje general (40%). En líneas generales podemos decir que el globo de Reddish se ha desinflado bastante.

Keldon Johnson (Kentucky)

Era la gran estrella de uno de los favoritos a la Final Four, sobre todo tras la eliminación de North Carolina, el primero en su lado del cuadro. Pero quitando el partido de debut ante una flojísima Abilene Christian (25+6 con un 62,5% en tiros de campo), el resto de la participación de Johnson ha pasado sin pena ni gloria, siempre teniendo a algún compañero que le sacaba las castañas del fuego cuando su equipo necesitaba de su liderazgo. Una actuación gris para alguien que era serio candidato al top-10 del draft. Un objetivo que ahora tiene bastante más difícil de conseguir.

Coby White (North Carolina)

La de North Carolina quizá haya sido la mayor decepción dentro de un torneo con menos sorpresas que otros años. Coby White llegaba como nombre a seguir junto a Nassir Little en un equipo que aspiraba a todo. Mientras que el segundo tuvo actuaciones de gran nivel en los dos primeros encuentros (el tercero y decisivo sólo jugó 13 minutos por problemas físicos), White no dio el paso adelante ante Auburn con su compañero mermado y su equipo en un momento de máxima necesidad. Su 0/7 en triples fue un reflejo de lo que algunos ya apuntaban y que pude ser un gran enemigo de su candidatura: un jugador microondas capaz de lo mejor y lo peor, con un futuro muy incierto.