El Andorra vuela hacia el playoff y corta la reacción del colista

Hay siete equipos, desde Valencia hasta Burgos, apelotonados en una fila e incluso se puede incorporar el Burgos, y todos ellos esperan meterse en cuatro plazas para el playoff. El Morabanc Andorra afianzó en Donostia su candidatura con un triunfo solvente, sin paliativos ni regates, que corta la reacción del Gipuzkoa, apuntada en los dos partidos anteriores. Ahora sí que parece el canto del cisne. El Breogán, penúltimo, ganó en Badalona y aquí todos se encrespan hacia la recta final. Tendría el Delteco que ganar siete partidos en los nueve que quedan y eso hasta supera la cosecha de los 25 celebrados hasta el momento.

Los jugadores del Principado navegaron por el primer cuarto en plan tanteo y decidieron en el segundo. De inicio, se abusó del triple. A los locales les iba mejor la defensa con Jordan en la pista, por la estructura que conformaba el cuadro de Navarro. Burjanadze confirmaba su gran momento y lideraba a los guipuzcoanos, mientras que en Andorra tenía al propio Jordan como referencia interior. Pasó un minuto del segundo cuarto y la vida cambió. Shuma, Sané y Vitali tomaron las riendas, el conjunto andorrano se puso por delante (23-26) y lo demás fue una travesía cómoda, sin capacidad de reacción local.

Peor se le pondrían las cosas en este período a un Delteco que vio cómo los andorranos le pasaban por encima (27-39) y no encontraban la receta para frenar su vendaval ofensivo, de forma que Morabanc se fue con una justa y cómoda renta a vestuarios de nueve puntos que sería decisiva. El descanso no alteró el ritmo de partido ni el acierto de un Andorra que entró disparado a la cancha en la segunda parte. Las piernas de Rafa Luz (jugador poco valorado en la Liga pese a una trayectoria de trabajador enorme) llevaron al equipo visitante a mantener el mando. Solo con Burjanadze y Sekulic no se puede combatir a un enemigo con tantos puntos en las manos. Corbacho está poniendo un borrón en una gran trayectoria en la élite.

El equipo de Navarro aguantó el tirón final de los guipuzcoanos, en el que Rebec y Van Lacke no estuvieron finos y se fue con 14 puntos de ventaja para afrontar el definitivo cuarto final. Los primeros minutos de ese último periodo iban a ser decisivos para comprobar si GBC tenía opciones de reengancharse al encuentro o Andorra lo dejaba finiquitado de forma anticipada. Morabanc despejó enseguida las dudas y con una solidez notable, apoyado en un baloncesto-control equilibrado con el acierto ofensivo, le permitió vivir un tranquilo fin de partido para seguir su pelea por las ocho primeras plazas de la competición. No hubo ni amago de reacción del colista, de nuevo abandonado por la gente.