EUROLIGA | BASKONIA 86 - MADRID 76
Poirier es un coloso sin Tavares y acerca al Baskonia al playoff
Laso dejó en Madrid a Campazzo, Reyes, Tavares y al lesionado Deck pensando en el Barça. El pívot baskonista terminó con 19 puntos y 16 rebotes. Los de Perasovic dominaron los aros.
A uno le iba la vida y al otro la honrilla, así que el Baskonia salió a morder y el Madrid a cumplir. Ganó el corazón vitoriano en un flojo partido de baloncesto que las bajas también ayudaron a lastrar. Las obligadas (Granger, Janning, Garino y Shengelia más el visitante Deck) y las voluntarias: Laso dejó en casa a Tavares, Reyes y Campazzo con un ojo puesto en el duelo de este domingo ante el Barcelona. En juego, el primer puesto liguero. El Kirolbet se acerca ahora al playoff de la Euroliga, aunque le quedan dos huesos: el Efes en casa y el CSKA en Moscú. De acabar hoy la fase regular, Madrid y Baskonia se cruzarían en cuartos. Veremos.
Los blancos apenas se jugaban nada en el Buesa, solo seguir en la pelea por una segunda plaza con poca trascendencia. El factor pista en cuartos ya estaba en su zurrón desde la semana pasada y reservó energía para la Liga. Vincent Poirier se erigió en el coloso de la noche en ausencia de Tavares, que le ha hecho sufrir mucho en la última temporada y media. El pívot francés sumó 19 puntos y 16 rechaces (30 de valoración) y Voigtmann también sacó músculo (13 y 12). El Madrid no tuvo respuesta y claudicó bajo los aros: 50 rebotes (20 de ataque) frente a 35 (10).
Pese a ese abismo en los números y los condicionantes previos, y a que el Kirolbet se puso 16 arriba nada más arrancar el último cuarto (69-53), el Madrid llegó vivo al desenlace (75-72, minuto 37). Ni Llull (0 de 8 de tres) ni Prepelic andaban entonces al timón, sino el canterano Pantzar, que debutaba en la Euroliga. Subió el balón, perdió uno importante, anotó un triple y falló otro y, sobre todo, se agarró a las muñecas de Carroll y Thompkins, los únicos con cierta clarividencia ofensiva. Insuficiente ante el ardor guerrero de Poirier, clave también en el latigazo final que decidió el pulso. Igual que Vildoza, que anotó entonces 7 de sus 20 puntos.
La primera parte había sido un completo horror, solo se salvó de la quema fallera el deseo y la necesidad local. Ni juego ni acierto. Kuzmic volvía al torneo continental más de cinco meses después y salió de titular. Dos buenas acciones del serbio y tres faltas rápidas en cinco minutos que le mandaron al banco. Los blancos se atrincheraban en una zona 2-3 y nadie veía aro desde la larga distancia. En el cruce con el minuto 12, 1 de 14 de tres entre ambos (1 de 10 los visitantes). Poirier y Voigtmann arrasaban bajo tableros y esa grieta terminó por colapsar al Real, que permitió segundas y terceras opciones y en ataque acabó muchas de las posesiones con un tiro forzado. Vildoza comandó el primer gran arreón de los de Perasovic (50-38) mientras Yusta trataba de replicar, incluida una penetración de mucha clase.
El Madrid salió a nadar y a guardar la ropa, aunque no se libró del infortunio: Rudy sufrió un esguince en el tobillo izquierdo, como Deck el miércoles frente al Armani Milán. Dudas para el Clásico. El que sonrió esta vez fue el Baskonia, que tumbó al campeón de Europa después de siete derrotas seguidas desde junio pasado. Ahora es sexto empatado con el Panathinaikos a falta de dos jornadas y tiene el averaje ganado al equipo griego. Y al Milán. El sueño de meterse en su Final Four sigue vivo.