COPA DEL REY
La Copa del Rey desde dentro: cámaras, realización...
Nos adentramos en la realización de este evento que tantas polémicas ha desatado. Hablamos con las principales caras de Movistar+.
Movistar+ culminó con éxito la ambiciosa cobertura que preparó durante meses para la Copa del Rey. As la pudo comprobar in situ y la audiencia la recompensó: los 800.000 espectadores que vieron la prórroga de la final (530.000 el partido) se quedaron a menos de 200.000 del récord de #Vamos: la prórroga del Boca-River, final de la Libertadores.
Quedaban tres horas para que el balón eche a rodar cuando nos cruzamos con el primero de los 130 profesionales que Movistar+ envió al Wizink Center: "Está siendo histórico, 36 horas de TV en directo para la Copa", resume el especialista Fran Fermoso. Mientras, Joseba Larrañaga sube hasta la parte alta de la cancha, adonde han trasladado estos días el plató de #Vamosenjuego: "A veces cuesta concentrarse en directo, cuando el público ruge y la megafonía truena", reconoce.
La gente de Movistar+ se entremezcla con la de ACB. Su director de comunicación, Pablo Malo de Molina, pone cifras a la repercusión mediática del torneo: "Se han acreditado 500 periodistas: hay argentinos, griegos, balcánicos...".
La hora del partido se acerca y queda encontrarnos con dos de las piezas clave del engranaje de Movistar+. Aún no lo sabe, pero Víctor Santamaría va a tener mucho trabajo con la polémica arbitral. El Realizador Jefe de Movistar+ nos detalla que el despliegue técnico con 20 cámaras "es superior al de un Europeo y sólo comparable al de una Final Four. Tenemos una cámara cenital que recorre la pista, un travelling, dos de alta velocidad... Las pausas te permiten una riqueza visual y una dinámica que no tienen otros deportes. Con estos medios se podría hacer una semifinal de Champions".
Ya listo para el directo, la voz de la Copa, David Carnicero, nos confiesa que estar en el privilegiado sitio desde el que va a narrar el partido "me da la vida. Apenas duermo estos días. Podría retransmitir dos horas sin mirar el parqué, sólo viendo a la afición. Ser periodista es para estar donde suceden las cosas". Y vaya si sucedieron. Un rato después llegarían Randolph, Tomic y el ya famoso Instant Replay.