Joventut: del infierno al cielo en un año
La Penya sigue en buena dinámica tras lograr la salvación en un gran final. Laprovittola y Todorovic son sus referentes.
Hace un año, el Divina Seguros Joventut tenía otro asunto completamente diferente en mente: asegurar su viabilidad económica. Resuelto ese problema, la situación deportiva tampoco era la mejor, con el equipo luchando por la permanencia en la Liga Endesa. Aunque era muy complicado, una recta final espectacular (8 triunfos en los últimos 10 partidos) envió al pozo al Bilbao Basket.
La pesadilla del año pasado parece olvidada. El equipo verdinegro ha firmado una grandísimas primera vuelta (10-7) y se metió en la Copa en la última jornada con un triunfo importante en Burgos y aprovechando la derrota del Manresa ante el Real Madrid.
El Joventut se aseguró la continuidad de Nico Laprovittola, uno de los héroes de la permanencia, y cuenta con una plantilla joven (solo Luke Harangody supera la treintena) y con varios jugadores procedentes de su cantera. Junto al base argentino, Marko Todorovic está firmando una grandísima campaña. Harangody es otro jugador a tener en cuenta. Shawn Dawson, en cambio, ha dicho adiós a la temporada.
El entrenador: Carles Duran
Un técnico de la casa: comenzó en la cantera, fue ayudante de Aíto y de Sito Alonso y dirigió también al Prat, equipo afiliado del Joventut. En 2014 se marchó al Valencia Basket (ayudante de Perasovic y Pedro Martínez) y después al Bilbao Basket, donde se estrenó como técnico principal en la ACB. Las cosas no le fueron bien en su segunda temporada allí y en febrero firmó por el Joventut, donde dirigió al equipo hasta la salvación.
La estrella: Nico Laprovittola
Un auténtico filón en ataque. Debutó en la Liga Endesa de mano del Movistar Estudiantes en diciembre de 2015 y su gran temporada le abrió las puertas de la NBA (San Antonio Spurs), donde no terminó de cuajar. En enero de 2017 ya estaba de vuelta en Europa: unos meses al Baskonia y otros al Zenit San Petersburgo, que en enero de 2018 cedió al jugador al Joventut, donde se convirtió en el revulsivo que la Penya necesitaba.