El Manresa logra la décima impulsado por Lalanne y Fischer
El guión entre los recién ascendidos se repitió en bucle, con los manresanos alternado amplias ventajas con marcadores más ajustados.
El BAXI Manresa, impulsado por Cady Lalanne (14 puntos, 9 rebotes, 19 de valoración) y Corey Fisher (18, 5 y 26), logró la décima victoria de la temporada (71-80), séptima fuera de casa, ante el Cafés Candelas Breogán en un partido en el que los locales siempre fueron a remolque.
El guión del choque entre los dos recién ascendidos se repitió en bucle, con los manresanos alternado amplias ventajas con marcadores ajustados por la lucha de los lucenses, hasta que lo desnivelaron definitivamente en los últimos cinco minutos.
El BAXI Manresa impuso un fuerte ritmo inicial con mucho acierto en el tiro exterior. Lundberg abrió el marcador con un triple, señal de lo que se le avecinaba a los lucenses, que encajaron un primer parcial de 0-5. Tras una tímida reacción local, Fisher también se animó a lanzar desde la línea de 6,75, y lo mismo hizo Dragovic, que con dos triples consecutivos alejó a los manresanos (8-17, min.5). Natxo Lezkano paró el partido con un tiempo muerto muy necesario.
De vuelta a pista, al cuarto intento, el Breogán anotó su primer triple, obra de Salva Arco, y con libres de Vidal, los lucenses redujeron la diferencia a cuatro puntos (13-17, min.7), pero una antideportiva de Gerun y una canasta de Fischer volvieron a alejar a los visitantes (13-20, min.8). El Breogán no se quiso despegar de los manresanos y con un triple de Brown apretó en los instantes finales del primer periodo, en los que, después de una buena defensa, desperdició la última posesión (20-24). Los de Natxo Lezkano se quedaron sin Dragicevic por una lesión muscular en los primeros instantes del segundo acto, en los que empataron el choque con una canasta de Redivo y otra, de tres, de Cvetkovic (25-25, min.13).
El Breogán no aprovechó su primera opción de ponerse por delante y el encuentro entró en una fase con fuertes defensas y pobre acierto en ataque: catorce puntos en los locales, doce en los visitantes, que se atascaron. Los manresanos, que bajaron su porcentaje de acierto en triples del 63 al 46 por ciento, se fueron al descanso dos arriba (34-36) y el Pazo despidió a los árbitros con muchas protestas por varias decisiones polémicas.
De la sequía se pasó al intercambio de golpes. El equipo de Joan Peñarroya salió más entonado en el tercer cuarto, en el que Vidal no pudo empatar desde los tiros libres y el Manresa volvió a pegar un estirón con un parcial de 0-7 gracias a un mate de Lalanne y cinco puntos de Fisher (35-43, min.23). Toolson, que no había anotado hasta el ecuador del partido, empezó a sumar, Breogán apretó (47-51, min.27) y Manresa respondió recuperando la máxima del partido (nueve puntos) con un palmeo de Sima y el primer triple del escolta de Arizona (47-56, min.28).
En los últimos instantes del tercer cuarto, el Breogán se reenganchó con dos triples, uno de Brown y otro de Cvetkovic y llegó a los últimos diez minutos a solo tres puntos (55-58). Los lucenses tuvieron el empate en el arranque del último acto, pero Gerun, tras acertar de dos, falló el adicional y su rival le atizó con un triple de Lundberg (3 de 4 en tiros de tres) y dos puntos de Fisher (57-63, min.32). El Breogán no entregó el partido y bregó con un triple de Christian Díaz y un tiro libre de Vidal para ponerse a dos (63-65, min.35), pero enseguida el Manresa respiró (63-69). La misma película una y otra vez, con ambos en bonus a falta de más de cinco minutos.
Los catalanes, lejos de contemporizar siguieron apostando a ataques rápidos y tiros de tres sin acierto, aunque su rival tampoco estuvo entonado y eso le permitió llevarse el partido con relativa tranquilidad después de un último estirón que le impulsó (68-80) para infligir la tercera derrota consecutiva a los locales.