El Movistar Estudiantes encontró en Murcia el camino para soñar con la Copa del Rey. El partido aplazado de octubre se saldó con un triunfo esperanzador para los colegiales y la confirmación de que el cuadro universitario atraviesa una crisis de identidad. Ganaron los de Berrocal (73-88) tras reventar el choque en la segunda mitad.

Whittington, Brizuela, Cook, Caner-Medley y Gentile encontraron por momentos la vía para anotar con relativa facilidad. El UCAM, además, se acerca ahora peligrosamente al descenso tras las últimas derrotas con malas sensaciones ante el Joventut y el Estudiantes.

La igualdad de la primera mitad duró hasta el descanso. El primer cuarto fue intenso, con un 23-23 tras los diez primeros minutos. Avisó ya el Estudiantes con la entrada de Whittington, pero supo el UCAM levantarse para llegar con un apretado 43-44 al intermedio.

La luz se le apagó al conjunto murciano a la salida de vestuarios. Un parcial de 0-13 volteó el choque, aunque todavía supieron los de Juárez colocarse con un 69-70 en el comienzo del cuarto decisivo. Entonces, otro arreón, esta vez con un tanteo de 2-13 dejó a las claras que a los murcianos no les quedaban fuerzas y que el Estudiantes tiene motivos para soñar con la salvación e incluso para reclamar la plaza copera como anfitrión por delante del Montakit Fuenlabrada.