El Bilbao se gana el premio con su paciencia ante el Ourense
El equipo de García de Vitoria sacó de punto al RETAbet y le hizo albergar dudas, pero no contaba con el arreón final de jugadores con muchas horas de vuelo.
El segundo cuarto llenó de inquietud a la platea, porque el equipo local dio los habituales síntomas de bloqueo menfal. Los rivales ya le van pillando las vueltas: presión a toda cancha y una vez que el balón pasa a campo ofensivo, se trata de no dejar recibir al base o se le da pasillo para taponar bajo el aro. Se permite que entre el cuero al cinco de espaldas, se le da la línea de fondo y se tiran dos contra uno que acaban en manos de la defensa. La jugada bilbaína suele acabar en triple pero se ve como un riesgo medido: en los bloqueos se cambia o se flota y el daño suele ser escaso. García de Vitoria, con mucha motivación tras el coqueteo en verano para dirigir al RETAbet, lo tenía muy estudiado. Su equipo fue laborioso y un 0-13 en ese segundo acto elevó la autoestima del grupo: 24-29. La salida de Zamora, uno de esos jugadores de perfil medio que ha dado mil vueltas pero que conoce todas las dobleces de la LEB, encendió la mecha ourensana. El Bilbao no buscaba las ventajas y la fricción (iba blando al balón y al pase), de aquí que en el primer tiempo no lanzara ni un tiro libre, por 16 de su rival.
Tras una lluvia de peluches, por un acto solidario en el descanso de Cruz Roja para que ningún niño se quede sin ellos estas Navidades, el equipo de Mumbrú retomó el mando: 48-43. Si a este equipo le entran los triples (lanzó 32 veces desde el arco y 31 de dos) adquiere confianza en las dos partes del campo. El 56-48 a los tres minutos del acto definitivo ya fue definitivo. Los árbitros se enredaron con una canasta de tres de Vidal que no debía haber subido al marcador por falta de Lammers previa y bote incluso posterior. Matulionis y Schreiner empaquetaron la matinal con un triple cada uno. “Estoy orgulloso de estar aquí, es una sensación chula, no se va a repetir en mucho tiempo porque Bilbao tiene pinta de que va a estar más arriba. He estado con familiares, amigos… el ambiente es excepcional, es una gozada, una pena para la liga que no haya más proyectos así, ojalá el Bilbao Basket ascienda. Le da un plus espectacular a esta competición. Hay que comprarse un GPS para venir del vestuario del cuerpo técnico a la sala de prensa”, ironizó García de Vitoria.