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BALONCESTO | LEB ORO

El Bilbao se gana el premio con su paciencia ante el Ourense

El equipo de García de Vitoria sacó de punto al RETAbet y le hizo albergar dudas, pero no contaba con el arreón final de jugadores con muchas horas de vuelo.

Salgado ante Van Wijk
RBB

El Bilbao Basket sigue sin ir sobrado en la LEB y le pasaba la prueba del algodón un Ourense que no es poca cosa a domicilio y al que solo el Betis le ha toreado, pero tras caer en Palencia estaba obligado a dar un golpe en la mesa y es lo que ha hecho. Sin extraer muchas más conclusiones. Habrá que sacar el aire pragmático porque el baloncesto cautivador de pretemporada y los primeros trazos de la campaña ya no aparece. Un 0-13 en el segundo cuarto daba para temblar como un pollito en la Antártida, y el equipo tiró de paciencia y repertorio para decantar la balanza. Pasó por momentos de dificultad, con instantes muy trabados y lagunas alarmantes, aunque supo ajustar el punto de mira en el momento clave. Hasta ahí, García de Vitoria, mucho morbo en la banda visitante por un técnico en las quinielas del Bilbao el verano pasado, consiguió el tesoro más valioso en deporte: hacer dudar al contrario, sacarle de sus rutinas. Flotaba en los bloqueos, los pasaba por detrás, y desactivó durante muchos minutos el 'pick and roll' de los 'hombres negro'. La gasolina se les acabó, porque si atrás saben abrocharse el cinturón y despegar, en campo rival solo Zamora ve fácil el aro. A Rozitis le costó equilibrar el juego orensano con producción por dentro y 'Pepo' Vidal, un buen base, acabó con la lengua fuera.

Mumbrú tiró de rotaciones más cortas al final para dar con la tecla. Le cuesta gastar tiempo muertos, es poco dado a cortar ráfagas con ellos. El equipo sigue amasando mucho la bola durante media posesión, faltan focos de peligro en esos instantes, gente que amenace y distraiga, generadores de baloncesto. Los bases Schreiner y Salgado marcan mucho el ADN: posesiones largas y mucho control de juego. "El equipo va a seguir jugando como yo quiero. Vamos 9-4 y estamos actuando exactamente como quiero, estoy contento con el trabajo que ha hecho hoy", sentenció muy serio el exalero. Matulionis y Cruz en la anotación y Lammers en el rebote sostuvieron al grupo, que maduró muy bien el choque hasta recolectarlo en su cesta de triunfos. Habría que rescatar a Brown de la cuneta porque no acaba de coger el aire al equipo y la categoría. El Betis ya va en serio en la cima de la tabla y eso preocupa a cualquiera.

El segundo cuarto llenó de inquietud a la platea, porque el equipo local dio los habituales síntomas de bloqueo menfal. Los rivales ya le van pillando las vueltas: presión a toda cancha y una vez que el balón pasa a campo ofensivo, se trata de no dejar recibir al base o se le da pasillo para taponar bajo el aro. Se permite que entre el cuero al cinco de espaldas, se le da la línea de fondo y se tiran dos contra uno que acaban en manos de la defensa. La jugada bilbaína suele acabar en triple pero se ve como un riesgo medido: en los bloqueos se cambia o se flota y el daño suele ser escaso. García de Vitoria, con mucha motivación tras el coqueteo en verano para dirigir al RETAbet, lo tenía muy estudiado. Su equipo fue laborioso y un 0-13 en ese segundo acto elevó la autoestima del grupo: 24-29. La salida de Zamora, uno de esos jugadores de perfil medio que ha dado mil vueltas pero que conoce todas las dobleces de la LEB, encendió la mecha ourensana. El Bilbao no buscaba las ventajas y la fricción (iba blando al balón y al pase), de aquí que en el primer tiempo no lanzara ni un tiro libre, por 16 de su rival.

Tras una lluvia de peluches, por un acto solidario en el descanso de Cruz Roja para que ningún niño se quede sin ellos estas Navidades, el equipo de Mumbrú retomó el mando: 48-43. Si a este equipo le entran los triples (lanzó 32 veces desde el arco y 31 de dos) adquiere confianza en las dos partes del campo. El 56-48 a los tres minutos del acto definitivo ya fue definitivo. Los árbitros se enredaron con una canasta de tres de Vidal que no debía haber subido al marcador por falta de Lammers previa y bote incluso posterior. Matulionis y Schreiner empaquetaron la matinal con un triple cada uno. “Estoy orgulloso de estar aquí, es una sensación chula, no se va a repetir en mucho tiempo porque Bilbao tiene pinta de que va a estar más arriba. He estado con familiares, amigos… el ambiente es excepcional, es una gozada, una pena para la liga que no haya más proyectos así, ojalá el Bilbao Basket ascienda. Le da un plus espectacular a esta competición. Hay que comprarse un GPS para venir del vestuario del cuerpo técnico a la sala de prensa”, ironizó García de Vitoria.