Tuvo que sufrir a base de bien el Herbalife Gran Canaria en la pista del Darussafaka para conseguir su primera victoria foránea en la Euroliga, la tercera de la temporada en el torneo continental. Su primorosa defensa del segundo tiempo, 27-41 de parcial y el liderazgo de Oliver, con Pasecniks y Oliver como ejecutores, terminaron de ajusticiar al colista en su propia casa.

Empezó el partido el Darussafaka encomendándose a la figura de Demir, con 6 puntos para darle las primeras ventajas a la formación turca, 13-9. Un triple de un desacertado Mccallum anunciaba tormenta, 18-11, pero dos canastas seguidas de Pasecniks, en su mejor partido del curso, mantenía al Herbalife en vereda: 18-13. Parecían descomponerse los amarillos cuando dos tiros libres del propio Mccallum propiciaron un +9 para los locales, 22-13, pero un último arreón del Granca, con el primer triple de Eriksson incluido (5 en total), le permitió maquillar el marcador al final del cuarto inicial: 25-20.

Paulí, venido a menos con Maldonado, consiguió empatar a 27, pero un furibundo parcial de 9-0 a favor del Darussafaka hacía presagiar una nueva tunda al Gran Canaria, tan habitual en la Euroliga cuando le toca coger el avión. Primero Ozmizrak, 37-27, y luego Baygul, 42-32, le daban a los otomanos un peligroso +10 ante un Herbalife que, una vez más esta temporada, parecía arrojar la toalla antes de tiempo. La última jugada del primer tiempo, con los pupilos de Salva Maldonado fallando hasta tres triples seguidos, impidió romper el 44-34 con el que se llegó al descanso.

Algo especial tuvo que pasar en los vestuarios. O quizás, más que especial, fue algo esencial. Parecía por fin comprender el Herbalife Gran Canaria que, defendiendo de esa manera es imposible triunfar en España, mucho menos en Europa. Tanto fue así, que el parcial del tercer cuarto lo resume perfectamente: 12-23. Más que la diferencia, los puntos anotados por el Darussafaka. Y eso que el equipo insular empezó muy fallón, pero su tan demandada fiereza en su propia canasta al menos impedía que el partido se rompiera antes de tiempo.

Primera ventaja

Llevado en volandas por Eriksson y Pasecniks, dio caza muy pronto a su rival. Un triple de Eriksson, el cuarto, más un 2+1 de Pasecniks le dieron un parcial de 0-8 y al Darussafaka en bandeja, 54-52, empatando acto seguido Oliver, grandes minutos amarillos con él al timón. Así, este periodo se cerró con la primera ventaja del Herbalife, 56-57, tras un triple, cómo no, de Eriksson.

Lejos de reaccionar, apenas podían los pupilos de Ahmet Caki seguir con la mirada a los de Salva Maldonado. Y eso que cuatro puntos seguidos de Mccallum pusieron un apretado 65-62 y obligaron al propio entrenador barcelonés a pedir tiempo muerto. No le pudo sentar mejor este pequeño parón al Granca, que encadenó un parcial de 0-11 para tener, ahora sí, al acecho su primera victoria foránea en Euroliga.

No se rendía el Darussafaka, que con dos bandejas consecutivas de Ozmizrak anunciaba una dura batalla final: 69-73. Pero claro, el más listo de la clase, Albert Oliver, andaba por ahí haciendo de las suyas, ni que fuera el Bejamin Button del basket europeo. Le forzó un falta de ataque al precipitado Mccallum y, con dos tiros libres decisivos, terminó de encarrilar la victoria del Granca, tan sufrida como su temporada hasta la fecha.