Laprovittola revienta el debut de Gentile con el Estudiantes

Cuando montas una fiesta siempre ruegas que nadie te la reviente. Ese pequeño incordio que se dedica a romperte las copas, a comerse la comida de tu frigorífico y molestar a todos los presentes. Para eso rezaba el Movistar Estudiantes. Celebraba el debut de Alessandro Gentile y quería que todo saliera a las mil maravillas. Globos y serpentinas incluidas. Y apareció el Divina Joventut y Laprovittola (para más inri, un ex) y todo se torció. Los colegiales cayeron por su muy mal juego y sus estigmas de pereza y por la firmeza de la Penya, que esperó agazapada hasta que encontró su hueco: zarpazo en el último cuarto con un parcial 9-17 (69-83) con el argentino de cabeza de puente. El base acabó con 25 puntos (5 de 6 en triples) y 8 asistencias para 28 de valoración.

Gentile, el gran protagonista, tuvo sus instantes, aunque todavía le falta más acomodo a sistemas y a compañeros... y que estos decidan si quieren o no plantar cara durante 40 minutos. El transalpino estuvo en pista 25 minutos y acumuló 9 tantos, 3 rebotes y 2 asistencias para 6 de valoración.

Los veinte primeros minutos trajeron un buen sopor, que los propios Gentile y Laprovittola moldearon a su gusto. El primero, de estreno, dio muestras del increíble jugador que es: pausado y listo, su capacidad anotadora está fuera de toda duda. El italiano, en sus iniciales ocho minutos como colegial, firmó seis puntos sin apenas sudar. El segundo, con su estilo de 'esto no va conmigo', reventó los intentos de sublevación estudiantil: 18 tantos hasta el descanso (4 de 4 desde el triple), 13 consecutivos y sin fallo en menos de cuatro minutos. Del 31-30 hasta el 40-43 toda la anotación badalonesa tuvieron su nombre y apellido. Entre medias, el ritmo de Brizuela y la explosividad de Dimitrijevic para que las diferencias nunca se fueran más allá de los cuatro.

Y poco a poco, el Joventut si hizo con el mando del encuentro. Sus virtudes, las de Dawson, rompían la defensa de Gentile que buscaba desesperado cualquier tipo de ayuda en las penetraciones del estadounidense. Harangody puso la primera máxima (50-58) y los colegiales dormían y tenían algún que otro espasmo que les permitía no morir, aún, en el encuentro. Cook lo intentaba y Berrocal se desesperaba en la banda. Para el Estu, cada segundo que pasaba era un infierno.

Harangody comandó el parcial 0-6 que permitió al Joventut rebasar por primera vez la barrera de los 10 puntos (54-66). La extremaunción para los estudiantiles. Los de Duran encontraban todos los puntos ciegos de la defensa local. Siempre por la espalda, sus canastas eran fáciles. Extremadamente simples. Una defensa en zona y un arreón fue la respuesta de los madrileños. Bajaron a los seis (60-66) pero entre Dawson (cinco seguidos) y Laprovittola (tres más uno) llevaron la cuarta del curso hacia Badalona. Su sueño de Copa se acerca, el del Estudiantes muere cada semana que pasa.