Uno de los culebrones del verano, el único aún sin resolver, tiene pinta de que se puede enquistar como las partes no se tomen en serio una solución. Porque la afición de Minnesota ha hablado en el primer partido en casa de su equipo y lo ha hecho fuerte y claro. No quieren a Jimmy Butler, pero tampoco les gusta la forma en que Tom Thibodeau ha llevado todo este asunto.

Presentación de los equipos, ceremonia previa a cualquier partido. Con los Cavaliers ya mostraron que habían ido al Target Center con los pulmones despejados. A Kevin Love le cayó la primera bronca. Abucheos para quien fue su estrella durante varios años. Pero se iba a quedar en una anécdota ante lo que estaba por venir. Porque cuando fue el turno del quinteto inicial de los Wolves y le tocó a Butler, la grada descargó todo su descontento con quien estaba llamado a llevar a este equipo un paso más allá y hacerle competir con los grandes. Parece evidente que la no comunión de Butler con sus compañeros va a ser parecida desde ya con su afición. 

Y si Butler no quiere seguir en Minnesota y los fans tampoco le quieren allí, ¿qué demonios sigue haciendo con la camiseta de los Wolves se preguntarán? Lo mismo opina la grada del Target Center, que aún le quedaba fuerzas para seguir abucheando. Cuando la megafonía anunció el nombre de Tom Thibodeau los gritos fueron aún mayores que con Butler. Parece que sus propios aficionados le consideran como uno de los grandes culpables de que el jugador esté todavía en Minneapolis y, más aún, de no haber resuelto el grave problema que se estaba forjando dentro del vestuario entre él y otros compañeros (especialmente Wiggins).

El caso es que con el balón en juego los Wolves realizaron un buen partido y se apuntaron la primera victoria de la temporada ante unos Cavs que volvieron a pelear y volvieron perder, igual que el primer día. Y al bueno de Jimmy parece que no le afectaron especialmente los gritos, ya que firmó una hoja estadística envidiable: 33 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 4 robos y 3 tapones. Casi nada. Y todo esto con un 83,3% en tiros de campo (10 de 12). Estuvo bien acompañado precisamente de su gran 'enemigo'. Wiggins aportó 22 puntos.

El que no parece estar en el nivel esperado es Karl-Anthony Towns, que en sus dos primeros encuentros promedia 10 puntos por partido. Esta noche anotó 12, con sólo 10 tiros de campo, dos ellos triples (perfecto desde esa distancia, lleva 3 de 4 en este inicio de temporada).

En los Cavs Kevin Love, el nuevo jefe del equipo, recordó los números de sus buenos tiempos en Minnesotta con 25 puntos, 19 rebotes y 7 asistencias. Estuvo secundado por el rookie Colin Sexton (14 puntos desde el banquillo) y por Cedi Osman (22 puntos, 4 de 8 en triples y 8 asistencias). Ojo al turco que promedia 20 puntos por partido en 31 minutos.