El Baskonia se ahoga en la orilla ante el Olympiakos

Olympiacos comenzó mejor que el Baskonia. Acertaba en sus porcentajes, dominaba el rebote y repartía mucho la anotación entre sus jugadores. Kirolbet encajó 27 puntos en contra en el primer cuarto por lo que se puso el mono de trabajo en el segundo. Tras un parcial de 7-0 llegó otro de 2-9 y las cosas volvieron al mismo carril. Un triple de Spanoulis al final del segundo periodo llevó el luminoso al 39-50. Para entonces ya había quedado claro que el Olympiacos de David Blatt tiene otro perfil que el de Sfairopoulos, más defensivo. Con el nuevo entrenador hay más versatilidad en ataque y se libera a Spanoulis para que aparezca de forma menos habitual que antes (ya tiene su edad) pero siendo siempre letal.

Con el 42-54 se torció el tobillo Darrun Hilliard, el héroe de Fuenlabrada. Plantó mal el talón y se lesionó él solo. Entró la camilla a la cancha pero salió por su propio pie ayudado por Janning y Shengelia. No fue el único tocado ya que Shields había recibido a esas alturas también un golpe que le mandó al dique seco. Milutinov, que hizo un traje a los de Pedro Martínez durante toda la noche, colocó a su equipo 14 puntos arriba en el minuto 23 (42-56). La máxima llegó con el 47-66. El tercer cuarto terminó con una técnica por flopping a Granger y una amenaza también de técnica a Marcelinho Huertas. Bueno, en realidad acabó con un triple estratosférico de Granger desde su propia cancha. Pero fue un espejismo porque los del Pireo marcaban el ritmo en ambos lados de la cancha.

Remontar casi 20 puntos en diez minutos era una quimera para Kirolbet aunque lo intentó. Primero con una zona 3-2 que le dio bastante resultado y luego con un estirón en el marcador para ponerse a 3 (78-81, min. 39). Pero Spanoulis, que había descansado bastantes minutos, regresó al campo para liderar la segunda victoria de los griegos en la fase regular y la primera derrota de los de Pedro Martínez. Como se suele decir, fue nadar para acabar ahogándose en la orilla. Milutinov estuvo a un nivel sideral en los últimos compases. Con la duda de Hilliard y Shields tendrá que viajar mañana a Madrid para jugar contra el equipo de Pablo Laso el viernes por la noche.