Campazzo y Randolph lo bordan y el Madrid remonta 15 puntos
Pasó de perder por 15 en Milán (28-13) a ponerse arriba en 17 minutos (57-61). Randolph fue un pilar (25 puntos y 33 de valoración) y Campazzo, determinante al final (21 y 32).
El que más gana no suele ser el que más se exhibe gratuitamente, sino el que más rápido se levanta cuando tropieza. Un equipo campeón se lleva casi todos los partidos que encauza desde el principio y muchos de los que tiene perdidos. El de este miércoles en Italia bien vale de ejemplo. El Madrid selló una remontada especial, de esas que marcan el camino en la dinámica de un grupo tras encestar 78 puntos en los tres últimos cuartos.
Firmó un inicio flojísimo, plagado de precipitaciones en ataque, zancadilleado en primera línea por el rival, lo que unido a la falta de dureza y a su pobre balance defensivo, catapultó al Armani al cielo de Milán. Uno de los clubes que mejor se ha reforzado en esta Euroliga y que afrontaba invicto el duelo tras festejar la Supercopa, igual que el Real. Llegaba con ansia de llenar su mochila de demostraciones, de probar que está listo para volver a la élite continental (tres Copas de Europa en sus vitrinas). El alero Vladimir Micov y el cañonero Mike James guiaron esa salida en tromba, una arrancada que comprometió muchísimo una posible reacción visitante. Al final del primer cuarto, la brecha era de 15: 28-13. Los blancos erraban doce de sus 17 lanzamientos y perdían cinco balones que permitían galopadas sencillas de los de Pianigiani. En el segundo acto el padecimiento vino por otra vía, por las continuaciones de los pívots italianos, de Gudaitis y Tarczewski.
Laso acortó la rotación, supo guardar a Tavares con dos faltas para la segunda parte y limitar a un Micov en vena de acierto con un Rudy abnegado, mucho mejor tras pasar por el banquillo (salió de titular en lugar de Causeur, aquejado de un leve esguince y que disputó solo el segundo cuarto). Poco a poco el paciente mejoró, pero el desafío era descomunal. Un reto que abrazó en... ¡17 minutos! Campazzo, Carroll, Rudy, Randolph y Tavares llevaron la mayor parte del peso, asumieron un desgaste tremendo en una jornada aciaga de Llull. El Increíble había vuelto a partir de inicio en la reanudación, pero no tenía el día y su entrenador lo vio rápido. Al banquillo y Carroll dentro. De caer por 15 en el minuto 10 a vencer 57-61 en el 27 tras un parcial de 29-48, incluyan ahí un último estirón de 0-11.
Giorgio Armani se rinde a Campazzo
Al Madrid se le presentaba un nuevo destino: debía ganar el tercer asalto de la noche, el de los 13 minutos finales con sus cinco principales muy exigidos. Laso tiró de Deck (falló dos triples, aunque lo peleó casi todo) en lugar de Randolph. Guardó unos minutos a Tavares, oxigenó el perímetro con Taylor y fue a tope con Campazzo, el héroe del cuarto definitivo. Uno de sus triples hizo al patrón del Olimpia, Giorgio Armani, entregar la cuchara. El base agrupó entonces 11 de sus 21 puntos. Acabó con 7 pases de canasta y 32 de valoración en una actuación soberbia.
Pero fue Anthony Randolph el pilar que evitó que el edificio colapsara. Presente de principio a fin, a las duras y a las maduras, lo que se le venía pidiendo desde hace dos años. Volvió a pista en los últimos minutos para rematar desde el tiro libre (4 de 4 en ese tramo). Sumó 25 puntos, 11 rebotes y 2 asistencias para 33 de valoración. Récord de anotación con la camiseta blanca en la Euroliga. Registro personal que también batió Campazzo, el argentino añadió además el de valoración. Entre los dos forzaron 12 de las 26 faltas que recibió el Madrid. Una demostración de carácter. Es solo octubre, pero así se construyen los éxitos. Laso y su equipo llevan ocho años haciéndolo.