"Marcharnos fuera de España nos ayuda a crecer"
Solo cinco jugadoras de la Selección que logró el bronce en el Mundial de Tenerife jugarán en España. “Todas las que estamos en el extranjero hemos mejorado mucho”, dice Torrens.
Alba Torrens logró el pasado mes de abril su cuarta Euroliga, la tercera con un equipo extranjero. La mallorquina tiene una con el Perfumerías Avenida, otra con el Galatasaray y dos con el Ekaterimburgo, su actual equipo. Irse al extranjero se ha convertido en algo normal para la mayoría de jugadoras de primer nivel. Basta un dato para comprobarlo: de las doce que lograron el bronce en Tenerife sólo cinco estarán en la Liga Dia la próxima temporada: Silvia Domínguez, Laura Gil, Belén Arrojo (Perfumerías Avenida) y Laia Palau y Bea Sánchez (Uni Girona).
“Hablando sobre mi experiencia, cuando sales fuera tienes la suerte de jugar en los mejores equipos de Europa”, cuenta Torrens. “Eso te hace crecer. No quiero decir que no pudiésemos lograrlo de otra manera y en otras circunstancias, pero sí que es verdad que todas las que estamos fuera hemos mejorado mucho”, añade la alero, dirigida en Rusia por otro español (Miguel Méndez) y que la pasada temporada tumbó en la final de la Euroliga al spanish Sopron de Ángela Salvadores y Roberto Íñiguez.
España ha logrado cuatro Euroligas (dos del Godella en 1992 y 1993, una del Perfumerías Avenida en 2011 y otra del Ros Casares un año después) y salir fuera ha permitido a algunas jugadoras ganar más cetros continentales. Aparte de Torrens y sus tres Euroligas extranjeras, también lo ha conseguido Sancho Lytte (Galatasaray en 2014 y Ekaterimburgo en 2016), Silvia Domínguez (Ekaterimburgo en 2013), Laia Palau (Praga en 2015) y Anna Cruz (Dynamo de Kursk en 2017).
Pero no solo las jugadoras encuentran más dinero y oportunidades en Rusia o Turquía. También los entrenadores, como es el caso del seleccionador español Lucas Mondelo, que después de entrenar en China tres años cumplirá su tercera campaña en el Dynamo Kursk, equipo con el que ganó la Euroliga en 2017. “Marcharse fuera nos favorece por dos razones. Primero, jugadoras que en España estarían tapadas porque sus posiciones las ocuparían las internacionales tienen minutos, pueden crecer y alguna de ellas incluso explotar. Y las que están en el extranjero tienen roles muy importantes, jugando finales, ganando campeonatos... Adquieren mucha experiencia y eso es bueno para nosotros”.
Pero también hay futuro al otro lado del charco, en EE UU. El curso pasado hubo más de 50 jugadoras en la NCAA. “Es una oportunidad, pero a lo mejor no se lo recomendaría a todas”, dice María Conde, dos años en Florida State. “De todas formas, si ves que no es para ti, España y Europa van a seguir ahí. No hay prisa”. Leticia Romero, que en su día se hizo un nombre en la Liga universitaria, se convirtió este verano en la 15ª española en la WNBA. España conquista el mundo.