Gordon Hayward ha vuelto a jugar en la NBA. El 17 de octubre de 2017, cuando disputaba su primer partido oficial con los Celtics, se rompió la pierna con una fractura de la tibia izquierda. En aquel momento se vinieron todos los fantasmas sobre el jugador y el equipo, que logró llegar a la final de la Conferencia Este.

En la apertura de la pretemporada de 2018, 11 meses después de aquellas estremecedoras imágenes, Hayward volvió a vestirse con la camiseta de los Celtics en un partido, esta vez amistoso. Ante los Hornets anotó 10 puntos en 22 minutos.

"No creo que haya sido mi mejor partido, pero ha sido divertido salir ahí fuera con los chicos otra vez", destacaba feliz tras completar el partido.

Pese a que desde el principio se dejó claro que no jugaría más en la 2017-18, el propio Hayward avanzaba bien en la recuperación y dejaba entrever que había posibilidades de volver para los playoffs, algo que finalmente no ocurrió pese a que tenían otra lesión importante: la de Kyrie Irving.

Con el añadido de Hayward los de Brad Stevens presentan de facto el que podría ser el nuevo 'quinteto de la muerte', como se ha venido conociendo estos años a la alineación más mortífera de los Warriors. Se prevé que Jayson Tatum juegue de ala-pívot o lo alterne con Jaylen Brown y que Gordon Hayward, tradicionalmente alero en los Jazz, baje una posición para jugar más como escolta.

Hayward, además, está en mitad de una negociación por el patrocinio en sus zapatillas. Nike podría igualar la oferta que le ha hecho la marca china Anta para vestirle los próximos cuatro años.