REAL MADRID

Prepelic, Deck y el plan del Madrid para rejuvenecerse

Los fichajes del esloveno y el argentino y el foco en la cantera, claves para mantener la pujanza de una plantilla que ganó la Supercopa con una edad media de 30 años.

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El Madrid ganó la Supercopa con Sergio Llull de MVP, de vuelta a la cima: 16 puntos, 4,5 asistencias y 17 de valoración media. "Ya no me acuerdo de la rodilla, vuelvo a ser el de siempre", dijo tras recibir un premio que le hizo especial ilusión. Pero ganó también con la presencia imponderable de Tavares, con un Campazzo determinante, con la fuerza y la ambición del grupo, que es la de Laso, y ganó con algo más: con los fichajes, las dos caras nuevas, el esloveno Klemen Prepelic (1,91 m y 25 años) y el argentino Gabriel Deck (1,98 y 23).

Avanzado el tercer cuarto, ninguno de los dos había salido a pista. Difícil apostar por que lo harían con el partido cuesta arriba (50-56) y sin tener aún todos los mecanismos del equipo interiorizados. Parecía un momento para los de siempre, sin embargo, Laso tiró de Prepelic ya entrado el minuto 25 y puso a Deck a falta de 10:03 y le mantuvo hasta el final.

"Los entrenadores siempre tenemos un plan de partido y a partir de ahí debes leer cómo sacar ventaja. Hicimos una labor de desgaste y luego encontramos a jugadores frescos. El trabajo de Deck fue increíble, no le metieron ninguna canasta, cambió atrás, fue a la ayuda... fantástico. Prepelic lució más porque anotó", explica Laso. El escolta, para ser exactos, clavó 13 tantos, tres triples (uno de nueve metros) y dos grandes penetraciones, en apenas seis minutos. Lo siguiente fue una canasta de Deck con falta incluida (71-64). Aire fresco para voltear una final, piezas de un plan para rejuvenecer al Madrid, para reabastecerle de energía en pleno ciclo ganador.

La marcha de Doncic y el paso de los años deja al Real con un núcleo duro de 34 años de media (Llull, Carroll, Rudy, Reyes y Ayón). Se ha subido al primer equipo a Pantzar (18 años). Prepelic llegó para aportar tiro y pase, y para darle cobertura a Carroll. Una incorporación previsora, ya que estaba atado desde prácticamente el final del pasado Eurobasket. Desde que salió a la luz su contratación, su curso en París no fue bueno. No como se esperaba. Es posible que la cabeza ya hubiera viajado a Madrid. Prepelic, un tipo bromista y simpático, tiene la habilidad de rendir en la hora H. Lo vimos en la Supercopa y en el oro de Eslovenia, cuando con Doncic lesionado sumó 21 puntos en la final ante Serbia. Es posible que rinda más en un gran bloque con una misión que en un equipo en el que él sea el gran referente.

Respecto a Deck ("ya junto a Campazzo el mejor jugador de Argentina", en boca de uno de los mejores entrenadores de aquel país, que se atreve a compararle con Nocioni), procede de una localidad muy humilde en el centro del país. Su timidez y tranquilidad contrastan con su ambición dentro de la cancha, chico para todo, como alero y como interior: tiro, contragolpe, habilidad para cortar la zona, rebote, defensa y mucha lucha. "La frescura" que buscó y encontró Laso en Santiago.

La cantera

Pujanza para mantener la velocidad de crucero de una plantilla con una edad media, la de los doce que disputaron la final, de 30 años. Parte de un plan que va más allá y que incluye la cantera como foco de atención principal: Garuba, Nakic, Tisma... El salto directo desde las categorías inferiores al primer equipo es muy difícil, más allá de Doncic. Ni Mirotic pudo darlo (jugó antes en Palencia), pero ahí, en ese paso intermedio, hay varios jugadores con un futuro prometedor, el primero, Radoncic (cedido en Burgos) y también el internacional Sebas Saiz, fichado tras su etapa universitaria y que en progresión constante ha volado este verano de Burgos a Tenerife. Quizá Dos Anjos, ahora en el Breogán.

Y una vez que los jóvenes superan los 18 años y se desvinculan del club, aún hay margen de maniobra. En virtud del derecho de inscripción preferente se puede reclamar a un jugador formado en la cantera, aunque tenga ya contrato profesional con otro equipo, hasta los 21 años. Siempre, claro, que se notifique antes del 31 de marzo previo a la temporada en la que se va a inscribir. Ese fue el caso de Yusta en 2017, entonces jugador del Obradoiro. El objetivo, alargar el ciclo de una era, la de Laso, que ya le ha dado al baloncesto madridista 16 títulos.