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SUPERCOPA ENDESA

Llega la Supercopa, el único título que no ganó Luka Doncic

El Real Madrid, el Baskonia, el Barcelona y el Obradoiro abren hoy oficialmente, con las semifinales de la Supercopa, el curso en la ACB.

Santiago de Compostela
Llega la Supercopa, el único título que no ganó Luka Doncic
AITOR ARRIZABALAGADIARIO AS

Cuando Luka Doncic aún vestía de blanco, pero preparaba ya su desembarco en la NBA, le vinieron a decir que cruzaría el charco habiéndolo ganado todo. “Todo no, me falta la Supercopa”, respondió. El único título que no pudo celebrar pese a haberlo disputado tres veces. El trofeo menos importante fue el que se le escapó. La historia quizá no dé para espina clavada en la garganta del esloveno, pero sí recuerda esos traspiés y la importancia de cada envite. Como lo recuerdan sus excompañeros en el Real Madrid, que pasaron de encadenar tres éxitos seguidos (del 2012 al 2014) a tres tropiezos.

De los cuatro participantes este año (el Madrid como campeón de Liga, el Baskonia como subcampeón, el Barça como ganador de la Copa y el Obradoiro en calidad de anfitrión), el Barcelona fue el último en ganar el torneo. Hace ya tres años, en 2015, lo que refleja que pese al dominio de los clásicos corre cierto aire fresco en el baloncesto español. En 2016 el trofeo se lo llevó el Herbalife Gran Canaria y en 2017 se marchó a Valencia, novedades en un palmarés que viste de rey a los azulgrana. Seis títulos frente a los cuatro del Real y del Baskonia, que apuestan por la continuidad tras medirse en la pasada final liguera. Dos fichajes el campeón (Prepelic y Deck) y tres el finalista (Hillard, Shields y Penava).

El Barça afronta una nueva reconstrucción (seis caras nuevas) con un pilar que no se ha tocado, el de Pesic. Mientras que el Obradoiro se ve obligado a reinventarse por su acierto continuado en la ­elección de jugadores, promesas con talento que ven en el equipo gallego un trampolín hacia cotas más altas. Moncho Fernández ejercerá de anfitrión y tiene una nueva apuesta de futuro: el eslovaco Brodziansky, de 2,10. El técnico gallego nació en Santiago y vio desde la grada cuando era un niño los primeros pasos del que ahora es su club. Lleva nueve temporadas seguidas en el banquillo obradorista y reta a Laso (ocho cursos de blanco) a un pulso, el de la estabilidad. “Siento un cosquilleo exacerbado”, dice Moncho. Es su primera Supercopa, la primera de Santiago y el primer título ACB que se decide en el Fontes do Sar, en su casa.