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SELECCIÓN

Prisas, pactos y miradas de reojo: la lista más difícil de la Selección

La ausencia de los NBA y las posturas divergentes de los de Euroliga pusieron muy difícil la confección de la lista para la cuarta Ventana.

Prisas, pactos y miradas de reojo: la lista más difícil de la Selección
EDUARDO CANDELDIARIO AS

El domingo por la noche, la Selección no tenía cerrada la lista para los partidos contra Ucrania y Letonia de los días 14 y 17. Aunque se hable más de los problemas, las formas, las ausencias y los conflictos, España se juega el billete para el Mundial 2019 de China desde el pasado mes de noviembre. El arranque del sistema de las Ventanas. Por suerte, y por el excelente trabajo de Sergio Scariolo y una Selección B de absolutos compromiso y garantías, el 6-0 con el que se inicia la segunda fase deja el billete al Mundial muy cerca. Pero el maremágnum sigue.

FIBA y Euroliga no solo siguen sin acercar posturas sino que la voluntad de hacerlo parece más dispersa que nunca. Los intentos de aproximación han desaparecido de las agendas y se ha pasado del enroque al enquiste. Para la FIBA, el rechazo de una gran mayoría de jugadores NBA en esta Ventana de septiembre, la que de forma realista podrían haber jugado, es un golpe duro. Para muchos equipos, también. Eslovenia, campeona de Europa y representante de un país donde el baloncesto es religión, se juega la vida desde la última posición del grupo de España (sexta, pasan tres). Y lo hará, entre otros, sin Luka Doncic, que se prepara para su debut con Dallas Mavericks.

En la Federación Española se contaba con una inyección NBA para estos partidos. Hasta ahora (tres convocatorias, seis encuentros) solo Juancho Hernángomez participó en la tercera, a caballo entre junio y julio. Esta vez se esperaba que él y su hermano Willy pudieran estar. También Niko Mirotic. Pero al final, nada: ninguno. Un golpe a nivel de imagen y de potencial de equipo, pero también un problema a la hora de confeccionar la lista definitiva si se suma la reticencia de los clubes, especialmente de los de Euroliga. El domingo, a menos de 24 horas de la comparecencia de Scariolo y Jorge Garbajosa, la FEB negociaba y movía fichas para cerrar el equipo a contrarreloj.

Oficialmente, las posturas no cambian: los clubes no se mojan públicamente porque está por en medio la Ley del Deporte. Legalmente no pueden impedir que los jugadores vayan con la Selección. Pero esta vez Scariolo ni siquiera ha podido contar con los ayudantes que trabajan en equipos como el Unicaja o el Andorra. Garbajosa trata de no echar gasolina en los fuegos y el seleccionador, que se irá a Toronto en cuanto comienzan a trabajar las franquicias NBA, se limita a explicar que elige a los jugadores de una lista de disponibles que le facilita la FEB.

En esa lista, aunque no se asuma oficialmente, mandan la mano izquierda, los pactos forzados y la calculadora. Ya en la primera, en noviembre, se evitó directamente incluir a jugadores de la NBA y la Euroliga para no tensar demasiado la cuerda y poner a estos entre la espada y la pared. Esta vez, la necesidad de última hora de la FEB acabó con un jugador de cada equipo de Euroliga: Yusta (Real Madrid), Oriola (Barcelona), Diop (Baskonia) y Paulí (Gran Canaria). No se trata de posturas comunes tomadas por los equipos con anterioridad sino del resultado de negociaciones y aproximaciones de última hora. Con ciertas líneas rojas: Sergio Llull se toma esta pretemporada con especial esmero por su lesión de rodilla de hace más de un año y el Barça cuida a Pau Ribas por su extenso historial de lesiones. A partir de ahí, y sin la Euroliga en juego, influye la postura de los clubes (que, como es sabido, intentan que sus jugadores no estén) pero también la de estos: unos más interesados que otros, finamente algunas ausencias provocan otras del mismo modo que algunas presencias podrían provocar una bola de nieve en sentido contrario. Esta vez, por ejemplo, sí está un Sergio Rodríguez que está de pretemporada con el CSKA. Su compañero de equipo Nando De Colo también va con Francia.

Más allá, cada caso merece un escrutinio casi propio: Prepelic (Real Madrid) y Blazic (Barcelona) no van con una Eslovenia que necesita victorias como sea. Sí lo hace Anthony Randolph, al que el Real Madrid abrió la puerta de salida al cierre de la pasada temporada. Gustavo Ayón, a punto de nacionalizarse español, sí estará esta vez con México, que se enfrenta en el primer partido a una Argentina que también tendrá a dos jugadores del Real Madrid, Deck y Campazzo. Todos se meterán los dos viajes largos y los dos partidos a las puertas de la Supercopa, que se juega en Santiago los días 21 y 22. Los argentinos juegan (hora española) la noche del lunes 17 al martes 18 (02:15) contra Puerto Rico. Ayón lo hace dos horas antes en Montevideo. El viernes 21 se juegan las semifinales (19:00 y 21:30) de la Supercopa (se sortea el día 12). Basta con echar cuentas.

Las cábalas van más allá, casi hasta donde se quiera: después de ser un habitual en las listas de las Ventanas, el Estudiantes se ha quedado sin representación en la cuarta. Ni Vicedo, ni Brizuela ni Arteaga. El club juega los días 20 y 22 de septiembre una eliminatoria correspondiente a la previa de la Champions League, una competición casi solapada a la Ventana y que, eso lo hace especialmente sorprendente, también corresponde a la FIBA. Sin la Euroliga en marcha, los clubes no tenían esta vez una postura tan fijada pero sí se miraban de reojo. Y la FEB acudió con un problema verdadero y la cesta de los NBA vacía. De ahí a, finalmente, una convocatoria con un jugador de cada club de Euroliga, tres totales del último Eurobasket (Sergio Rodríguez, Sastre y Oriola) y, al menos, la competitividad garantizada de una Selección que llega invicta a la segunda fase y que tratará de cerrar cuanto antes el billete al Mundial y hacer que las heridas que está abriendo esta situación kafkiana no sean mortales. Y eso ya es mucho.