España
65
Francia
54
Finalizado

ESPAÑA 65-FRANCIA 54

Sobresaliente para España con Marta Xargay (21) como líder

Gran segunda parte de la Selección, que se impuso en La Fonteta (ante 5.000 personas) a una Francia que llegó por delante al último cuarto.

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Sobresaliente para España con Marta Xargay (21) como líder
ALBERTO IRANZO DIARIO AS

España se va de La Fonteta con una sonrisa de oreja a oreja. Se ha reencontrado con el trabajo (días duros en L’Alqueria) y ha iniciado el camino hacia el Mundial de Tenerife (primer partido, 22 de septiembre) con dos triunfos en dos días contra las selecciones que le siguieron en el podio del Europeo de 2017: Bélgica (que se ha podido quedar por lesión sin su gran estrella, Emma Meesseman) solo le metió 46 puntos y Francia se quedó en 54 (65-54). Ahora, rumbo a Villanueva de la Serena, donde la semana que viene toca otro cuadrangular, ya a dos semanas del inicio, en Tenerife, del asalto a la sexta medalla seguida en seis veranos (hasta ahora, pleno 2013-17).

Francia tenía bajas (importante la de Celine Dumerc) pero España ha jugado el torneo sin Astou Ndour, Anna Cruz, Alba Torrens y Silvia Domínguez. Así las cosas, además de poner los motores en marcha, uno de los objetivos de Lucas Mondelo era enseñar que la Selección juega de memoria y como un equipo. Eso es innegociable. Y otro, ver a las jugadoras que se están disputando (más allá de las fijas) los últimos puestos en el equipo definitivo para el Mundial. De Valencia (unas 5.000 personas con un excelente ambiente en La Fonteta) salen fortalecidas Belén Arrojo (mejor ante Bélgica), Cristina Ouviña (16 puntos y 4 robos ante Francia) o Queralt Casas (9 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias). Del resto, señas muy reconocibles: el trabajo sucio de Nicholls (8 rebotes), la inteligencia de Laia Palau (4 asistencias) y la electricidad de Marta Xargay (21 puntos con un 7/9 en tiros de dos). Constantes seguras para Tenerife. Si se suman las ausentes más lo que podrán aportar las que completen la lista (Valencia ha enseñado un buen muestrario) el panorama invita al optimismo.

Esas razones para soñar se agolparon en un segundo tiempo de mucho nivel (41-31), en el que la defensa española asfixió a Francia, que llegó por delante al último cuarto (43-44) colgada del talento de Johannes (12 puntos) y la eterna aportación de Gruda (13+10). Casas y Ouviña dieron el primer estirón, y España despegó con quintetos bajitos, avispas alrededor de Nicholls, muy buena circulación y, como siempre con Mondelo, mucha presión para forzar robos y transiciones rápidas. Un puñado de minutos de ritmo, acierto y química que borraron el mal sabor de boca de un primer tiempo (24-23) con más pérdidas (22) que canastas en juego (16) entre las dos selecciones. Al final, España se llevó otra edición de lo que ya es un clásico del baloncesto europeo, uno que (ahora 33-26 en el balance total) últimamente sonríe casi siempre a nuestra Selección. Que siga así.