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SUB-20 (F) | ESPAÑA 69-SERBIA 50

El 1x1 de las nuevas campeonas de Europa Sub-20 con España

La Selección ha conquistado su séptimo oro en los últimos ocho años, el octavo en su historia. Ginzo, Junio, Penande... conoce a las nuevas reinas.

La Selección española Sub-20.
FIBA

María Eraunzetamurgil (19 años y 1,85).

La ala-pívot donostiarra ha disputado cinco partidos durante este campeonato. A pesar de su juventud cumplirá su quinta temporada en Liga Femenina con el IDK Gipuzkoa. En 2016 superó una rotura del ligamento cruzado anterior y esguince del ligamento. Suma su segunda medalla con España tras la plata del Europeo Sub-18.

Aina Ayuso (18 años y 1,75). 

Después de su paso por la NCAA con Oregón, la base barcelonesa volverá esta temporada a España de la mano del Sant Adrià, a escasos 15 kilómetros de su pueblo, Sant Just Desvern. A pesar de ser una clásica dentro de las selecciones de formación (lleva desde la Sub-16), esta es su primera medalla. Esta perla del Segle XXI es muy habilidosa con el balón en las manos y una amenaza constante desde el triple: 11 de 18 en este Europeo.

Laura Peña (19 años y 1,74).

Esta admiradora de Teodosic es otra de las grandes promesas del Sant Adrià, donde el próximo año cumplirá su décima temporada. La base barcelonesa (nació en Vilasar de Mar) es un seguro de vida en el puesto de uno: pasa y tira bien, en defensa cumple perfectamente y entiende de forma magistral el juego. Es su primera medalla en su segunda oportunidad con las selecciones de formación.

Irati Etxarri (19 años y 1,87).

Con una envergadura de dos metros, esta alero/ala-pívot navarra es tremendamente atlética y una fija en las categorías inferiores de España: está es la tercera medalla en su cuarta participación internacional. Fiable en defensa y eficaz cerca del aro, cambiará esta temporada el Araski por el Cadi La Seu para los dos próximos años. El equipo catalán confía mucho en su presente y en su gran progresión futura.

Itziar Ariztimuño (19 años y 1,67).

La vizcaína está devorando kilómetros en el baloncesto nacional. Con solo 17 años cambió el Loiola Indautxu por el Gernika Bizkaia de Liga Femenina y ha pasado de ser la tercera base en su año de rookie a primera en el último tercio de esta. "Tiene los valores más importantes que una jugadora debe tener para crecer", dijo Mario López, su entrenador, tras conocerse con su renovación con el club vasco. Es su primera medalla internacional en su debut con la Selección.

Paula Ginzo (20 años y 1,89).

La capitana de esta Selección es la única superviviente del oro de 2017, aunque su aportación durante ese torneo fue testimonial. Este año la tercera máxima reboteadora nacional de la Liga Femenina ha destacado en el plano ofensivo (ha igualado o superado la decena de puntos en cinco partidos). Esta estudiante de criminología cambiará este curso el Movistar Estudiantes por el Al Qázeres.

Naira Cáceres (20 años y 1,84).

La alero es una de las grandes promesas del baloncesto español. La canaria ha ido quemando etapas en todos los frentes: debutó en 2014 en la élite con el Gran Canaria, en 2015 recibió del CSD la Mención Honorífica a Deportistas en Edad Escolar y esta temporada ha jugado en la NCAA con Maine. La próxima campaña se la podrá vez en Butler. Esta es su quinta medalla tras el oro con la Sub-18, las platas con  la Sub-18 y Sub-17 y el bronce de la Sub-16.

María Barneda (19 años y 1,75).

Otro producto de la cantera del Segle XXI. La alero de Vilanova i la Geltrú ha cuajado una muy buena temporada con un GDKO Ibaizabal que luchó en Valencia por subir a Liga Femenina. En esa fase de ascenso, la barcelonesa deslumbró: 18,3 puntos y 15,3 de valoración en los tres partidos disputados.

Laia Solé (20 años y 1,86).

Cuarta participación de la barcelonesa con las categorías de formación. Y no le ha ido nada mal: solo el año pasado se quedó sin medalla. La pívot (gran capacidad en la zona con una facilidad increíble en el uno contra uno en el poste bajo) se encuentra desarrollando su carrera en la NCAA. Primero en Maine (donde fue nombrada mejor sexta mujer del año) y ahora en Duquesne junto a su hermana Judith.

Sara Iparragirre (19 años y 1,74).

Otra jugadora precoz dentro del baloncesto español. La escolta de Orio debutó en Liga Femenina con el IDK Gipuzkoa con solo 16 años y tras renovar este verano con el club vasco cumplirá su tercera temporada completa en la élite. Nada mal. Muy fiable en defensa, es atrevida, vertical y agresiva en ataque. Es su cuarta participación en las categorías de formación y su tercera medalla.

Iris Junio (19 años y 1,84).

La heroína del partido contra Francia es una de las grandes referencias de esta Selección y una de las mayores promesas del baloncesto español. Es una todoterreno capaz de rebotear en ambos lados de la cancha, subir el balón, anotar... La alero canaria lucirá la próxima campaña la camiseta de Arizona State tras su paso por el Gran Canaria, con quien debuto en la élite con solo 14 años, seis meses y siete días (récord de precocidad), y después de superar dos roturas de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.

María Dolores Pendande (18 años y 1,89). 

Lola empezó a jugar al baloncesto hace escasamente cuatro años y su evolución ha sido magnífica. Primero Club Baloncesto Roquetas almeriense (el equipo de su tierra), luego en el Maspalomas Gran Canaria (con quien debutó en Liga Femenina) y la pasada temporada en Ribet Academy: en este instituto de Estados Unidos prepara su salto a la NCAA. En 2017 fue la gran dominadora del baloncesto de base gracias a su físico envidiable: máxima anotadora, reboteadora y MVP del campeonato de España Junior. La más joven de esta Selección suma ya dos medallas.