La Sub-20 disputa hoy (20:15, YouTube FIBA) ante Holanda en Sopron su 13ª semifinal europea de la categoría consecutiva. Desde 2006, en esa misma localidad húngara, la Selección no abandona esta ronda previa a la gran final. Y los resultados son increíbles: siete oros (tres seguidos) y tres platas. Una brillante trayectoria que se pudo ver truncada ante Francia este jueves. Las galas, muy fuertes, dominaron gran parte del encuentro y solo un arrebato de magia de Iris Junio salvó la situación. La alero anotó la canasta de la victoria a falta de cuatro segundos del final con una penetración y una bandeja a tabla con la izquierda a pesar de la presión de dos defensoras.

"Estoy súper contenta por esa canasta. Habíamos peleado todo el partido, remontando desde el principio... El partido no lo gané yo, lo ganamos todas porque al final todas hicimos muchísimas cosas", comenta a As esta canaria de 19 años, que vestirá la próxima temporada la camiseta de las Arizona State de la NCAA, sobre esa jugada. "Cuando nos cruzamos con Francia fue un poco de miedo y de decepción: no la esperábamos hasta más adelante. Fue una sorpresa. Pero ya después de ese partido, lo vemos todo más de rosa que complicado. Tenemos muchas ganas de jugar y de luchar hasta el final del campeonato. Confiamos mucho en nosotras".

A pesar de esa canasta, Francia tuvo una última oportunidad. Restaban cuatro segundos para acabar. Toda una vida. "Su jugada fue a cámara lenta", rememora Junio. "Al anotar pensé que teníamos que defender o robar el balón, pero sin hacer falta porque quedaba todavía mucho tiempo".

Ahora, sin la presión por hacer un feo borrón al currículum de la Sub-20, la Selección enfila con "confianza" la semifinal ante unas holandesas a la que batieron por 20 puntos (79-59) en la fase de grupos. Ganar daría paso a la décima final consecutiva en esta categoría. "Va a ser un poquito diferente al primer encuentro porque ellas lo van a dar todo. No tienen nada que perder y encima es contra nosotras, que ya nos conocen. Creo que irán bastante fuertes", resume una jugadora que debutó en Liga Femenina con el Gran Canaria con solo 14 años y seis meses.

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